La República Checa afronta el invierno más duro de los últimos quince años
La República Checa afronta el invierno más duro de los últimos quince años. Las intensas nevadas que afectaron este miércoles a todo el territorio nacional, paralizaron la circulación y obligaron a las autoridades responsables del mantenimiento de las carreteras a decretar el estado de calamidad.
Los meteorólogos explican que la calamidad fue provocada sobre todo por vientos huracanados que en las montanas alcanzaron hasta 170 kilómetros por hora. Las placas de hielo que se formaron en las carreteras causaron centenares de accidentes de tráfico.
Según el director de la Administración y Mantenimiento de las Carreteras, Jaromír Koristka, las máquinas limpianieves difícilmente mantienen en adecuadas condiciones las carreteras principales, mientras que por las secundarias no se puede transitar.
Esto lo confirma Jana Krýslová, representante comercial de una empresa en Strakonice, una de las regiones de Bohemia del Sur donde fue decretada la situación de calamidad.
"Los conductores tienen que contar con grandes pérdidas de tiempo; un trayecto que normalmente dura una hora, se puede prolongar incluso en dos. Deberían evitar también el uso de las carreteras secundarias que no son objeto de mantenimiento. En Strakonice se registró además un gran número de accidentes que más que a la nieve se deben a la falta de disciplina de los conductores".
La señorita Krýslová resalta que muchos conductores no utilizan neumáticas de invierno y manejan a más de cincuenta kilómetros por hora, que es la velocidad máxima permitida.
montañosas. Las regiones que decretaron la situación de calamidad, pidieron la ayuda del Ejército checo. La nieve complicó el tráfico ferroviario e hizo que se cerraran varios pasos fronterizos.
Sin embargo, los pronósticos del tiempo son prometedores. Los meteorólogos aseguran que los vientos huracanados no volverán. Advierten, no obstante, que aunque el tiempo mejorará, las temperaturas bajarán hasta los quince grados bajo cero o más.