La RCh introduce un estricto régimen de seguridad
Hasta dos mil quinientos soldados checos podrán reforzar la Policía en caso de que se empeore la situación de seguridad en la República Checa, decidió este lunes el Gobierno.
Estrictos controles en el aeropuerto internacional de Ruzyne, Praga, y en los pasos fronterizos. Un riguroso régimen de vigilancia introducido en las obras hidráulicas, centrales electronucleares, fuentes de agua y en otros puntos neurálgicos del país. Defensa aérea y unidades militares de élite en estado de alerta. Éstas son las medidas de seguridad vigentes en la República Checa desde el viernes pasado. Las adoptó el Comité Nacional de Crisis en relación con la tensión en torno a Iráq.
Además, este lunes el Gobierno checo aprobó que hasta dos mil quinientos soldados reforzarían la Policía en caso de que la situación de seguridad lo exija. El Primer ministro, Vladimír Spidla, precisó que la medida mantendrá su vigencia hasta finales del año en curso.
"Cabe suponer que la situación de seguridad se complique y en tal caso será necesario tener a disposición refuerzos para la Policía. Cada despliegue de estos refuerzos deberá ser aprobado, no obstante, por el Comité Nacional de Crisis, con el previo acuerdo de los ministerios del Interior y de Defensa".
Las rigurosas medidas de seguridad más visibles son las del capitalino aeropuerto internacional de Ruzyne custodiado por agentes de Policía con ametralladoras que en próximos días serán reforzados por cuarenta militares.
Los pasajeros que viajen desde Ruzyne rumbo a Gran Bretaña, Canadá y Estados Unidos, tienen que prepararse para cuidadosos controles. Además de los chequeos de sus bagajes, les será controlado con láser incluso su calzado.
