La policía checa ha iniciado la "operación Nova"
El equipo de policías que trabaja en las acciones criminales relacionadas con la televisión Nova ha puesto en marcha otro engranaje: detuvo y sometió a interrogatorio a Ales Rozehnal, abogado del magnate televisivo checo, Vladimír Zelezný, buscado por no acatar la decisión del arbitraje internacional efectuado en Amsterdam.
Además de detener al abogado Rozehnal y acusarle de perjudicar los intereses de los acreedores, y de efectuar varios registros domiciliarios a personas relacionadas con la televisión Nova, la policía checa también se dio a la busca del director de la misma, Vladimír Zelezný, pero en vano. Al parecer se valora la posibilidad de emitir la orden de captura del magnate televisivo checo, quien hasta el momento no ha pagado los 27 millones de dólares que debe a la compañía norteamericana CME.
Todo empezó siete años atrás, cuando dirigida por Vladimír Zelezný y financiada por la sociedad CME surgió en la República Checa la televisión privada Nova. Por incumplimiento del proyecto inicial de programación, la compañía CME destituyó en 1999 a Zelezný del cargo de director general, pero éste "que entretanto había logrado convertirse en multimillonario- seguía teniendo en su poder lo más importante: la licencia de la televisión Nova. Con ella, y con un crédito del Banco Postal y de Inversiones fundó otra televisión con el mismo nombre "Nova. Pero la compañía CME, no dispuesta a perder su inversión en la República Checa, demandó a Zelezný. El arbitraje internacional efectuado por la Cámara de Comercio Internacional de Amsterdam sentenció que Zelezný devolviera 27 millones de dólares a los norteamericanos.
Es la República Checa "según los convenios internacionales vigentes- la que debe garantizar el cumplimiento de la sanción, pero lo que complica el caso es que Zelezný carece prácticamente de patrimonio porque mientras tanto logró traspasar la mayoría de sus bienes a su exesposa y colaboradores allegados.Pero no sólo se busca a Vladimír Zelezný por perjudicar los intereses de los acreedores, sino también por otros delitos. Entre ellos, según el inspector Vladimír Machal, figuran el no haber pagado los aranceles correspondientes a la importación de varios cuadros, y lo que se ha dado en llamar "acuerdos mágicos", serie de documentos publicados en 1999 por Zelezný, de los que la sociedad CME afirma que han sido falsificados. Por si fuera poco, su abogado -el ahora acusado Rozehnal- ejerce en varias compañías por las que han pasado los bienes que antes eran de Zelezný.