La niña checa que habla 17 idiomas: una pasión que le trajo amigos de todo el mundo
A sus 15 años, Eva Spekhorstová, una joven aficionada a los idiomas, puede comunicarse en nada más y nada menos que 17 lenguas. En Radio Praga Internacional pudimos hablar con ella en español y nos dio algunos consejos muy interesantes.
Un proverbio típico de la República Checa dice algo así como que uno tiene tantas vidas como lenguas habla. Para Eva Spekhorstová, una adolescente checa aficionada a estudiar idiomas, hay algo de cierto en ello. En su caso, por ahora puede hablar 17 lenguas.
Con tan solo 15 años, Eva ha sido capaz de comunicarse en tantos idiomas gracias al ambiente bilingüe en el que se vio inmersa en casa desde su niñez. Su padre es holandés y su madre es checa, gracias a su padre aprendió alemán y holandés, y gracias a su madre aprendió checo. Por si fuera poco, en algunas ocasiones, hoy en día también hablan inglés entre ellos en el contexto familiar.
En los primeros años escolares, las clases de idiomas llegaron incluso a ser aburridas para Eva, que ya llegaba con un nivel muy superior de casa.Pero administrar tantos idiomas en el cerebro no debe ser fácil, especialmente cuando se trata de cambiar de un idioma a otro. Es por ello que le preguntamos si tiene alguna forma de lidiar con todo ese vocabulario.
Según Eva, lo más difícil es comenzar a pensar en otro idioma diferente al que está utilizando, por lo que aunque pueda comunicarse, le resulta difícil hacer traducciones instantáneas. En su cabeza, se imagina cada lengua como un tren.
“Yo lo veo como una estación de tren. Un tren es un idioma, y no puedo cambiar de trenes. Es muy difícil para mí. Cuando de pequeña me hablaban alemán, yo solo hablaba alemán, y no checo, no comprendía checo. La traducción es difícil para mí”.
Entre las estrategias que más ayudaron a Eva en su aventura de aprender idiomas, esta joven checa señala que escuchar es fundamental. Siempre intenta exponerse la mayor cantidad de tiempo posible a las canciones, a la televisión y al cine de la lengua que quiere aprender. De esta forma, adquiere su fonética con mayor rapidez.
“Mi secreto es escuchar. Escuchar música, escuchar películas. Y después, es más fácil aprender un idioma”.
Desde la aparición de internet, el aprendizaje de idiomas se volvió más fácil, ya que podemos contactar con gente de todo el mundo. De hecho, en la actualidad existen tantas aplicaciones y páginas web dedicadas a estos temas que incluso es difícil elegir.
Eva reconoce que internet ha sido de gran ayuda en su vida, pues gracias a la red puede hablar frecuentemente con personas extranjeras y practicar los idiomas que le interesan.
“Internet es muy necesario para mí. Yo uso Busuu y aprendo español, italiano y francés. Y después, hay una aplicación que se llama Tandem. Es para comunicarse con la gente. Si quieren aprender alemán, hablan solamente con gente de Alemania, por ejemplo. Es muy importante hablar con la gente cuando se aprende un idioma”.
Los idiomas: una divertida forma de hacer amigos
De hecho, comunicarse con la gente en su lengua natal es lo que llevó inicialmente a esta joven políglota a querer aprender tantos idiomas. Eva asegura que conocer gente de otros países y conocer otras culturas fueron sus principales motivaciones. Gracias a esto, ahora tiene amigos en todo el mundo.
“Tengo muchos amigos. Tengo una amiga en España, en Chile, en Honduras, en Estados Unidos, en Alemania, en Japón, en Corea, en todo el mundo”.Aunque Eva habla varias lenguas desde pequeña, su pasión real empezó a los 13 años cuando decidió aprender español y francés. Respecto al español, a Eva le llama la atención la cantidad de acentos, culturas y variedades que existen dependiendo del país donde se hable.
Este aspecto es uno de los que más le interesa, y hoy en día, es incluso capaz de diferenciar varios de estos acentos
“La cultura española y, por ejemplo, la mexicana o la chilena son distintas. Y por eso me gusta hablar con la gente en español, porque cada cultura es distinta”.
Mucha gente se propone aprender un nuevo idioma en algún punto de su vida. No obstante, a menudo hay personas que se quedan por el camino porque piensan que es muy difícil, o quizás que no están progresando al ritmo deseado.
Eva tiene claro que no tener miedo es lo más importante. Su consejo principal es intentar comunicarse y cometer errores, ya que de esta forma acabaremos aprendiendo. Y por encima de todo, cuando hablamos con alguien en su idioma natal, la otra persona está feliz de ver ese esfuerzo y se muestra más abierta. Este es uno de los puntos que más alegra a Eva a la hora de hablar con personas de otros países.
“Mi consejo es que ustedes tienen que hablar con la gente, no tener miedo y no estar asustados con los idiomas. Estoy muy feliz cuando hablo idiomas, y la gente también. Cometer errores es muy importante. Yo no tengo miedo, entonces cometo errores en español cada día”.
Con 15 años, Eva habla entre otros idiomas chino, indonesio, coreano e italiano. Además, actualmente estudia noruego y turco, pero seguro que la lista se ampliará con el tiempo. Una de sus mayores pasiones es la arqueología, por lo que tiene un gran interés por las lenguas de las antiguas civilizaciones y este es uno de los temas que más le atraen para su futuro profesional. Según explica, su lengua muerta preferida es el etrusco, por lo que le gustaría aprender más sobre ella en el futuro.