La invasión del 68, protestas contra China y una pesadilla

Hace 40 años, las tropas del Pacto de Varsovia encabezadas por el Ejército soviético invadieron Checoslovaquia bajo el pretexto de que acudían a sofocar una revuelta contrarrevolucionaria.

Hace 40 años, las tropas del Pacto de Varsovia encabezadas por el Ejército soviético invadieron Checoslovaquia bajo el pretexto de que acudían a sofocar una revuelta contrarrevolucionaria.

El líder Alexander Dubček fue traicionado por el Kremlin que envió sus tanques que aplastaron la intentona reformista que buscaba poner un ‘rostro humano’ al socialismo. En la ciudad de Pilsen fue inaugurada una exposición fotográfica “21 de agosto de 1968 – Testimonio sobre el día en que se acabaron las esperanzas”.


La exposición recorre los dramáticos momentos de la ocupación de la capital de Bohemia Occidental por las tropas de la Unión Soviética y Alemania del Este en el año 1968. La exposición consiste en más de 90 fotografías ubicadas en 21 bastidores al aire libre en el Parque Křižík de Pilsen, acompañadas por artículos de la época, aparecidos en el periódico regional Pravda. El autor de las imágenes es el fotógrafo Jiří Plzák quien las guardó en secreto durante cuarenta años en casa sin presentir que un día serían expuestas al público. Las fotos de su archivo las eligió Zdeněk Roučka.

“Cada fotografía histórica tiene su contenido. Mi idea fue ofrecer una imagen auténtica del 21 de agosto de 1968, es decir no mostrar solamente a soldados soviéticos en tanques y a los habitantes de Pilsen chocados e indignados, sino también fotos de diversas inscripciones y carteles pegados en edificios y de todo lo que acompañaba esos tristes acontecimientos”. La exposición enfoca el día 21 de agosto describiendo el transcurso de la invasión hasta altas horas de la tarde cuando las tropas soviéticas se retiraron a las zonas de alrededor de la ciudad. Sin embargo, se exponen también fotos de la primavera de 1968, cuando tuvieron lugar en Pilsen los festejos de la liberación de la ciudad de los nazis por el Ejército estadounidense, según explica el comisario de la exposición, Zdeněk Roučka. “El 5 de mayo de 1968 unas siete mil personas se pudieron reunir libremente, por primera vez desde 1948, en el lugar del antiguo monumento estadounidense llamado U práce. Se celebró la fiesta estudiantil Majáles, que estaba cargada de euforia y de lemas irónicos y sarcásticos. Por ejemplo, hay una foto en la que unos estudiantes llevan un retrato del antiguo presidente de la República Antonín Novotný y por encima se ve una pancarta con la inscripción: Es peligroso tocar las estrellas”.


En momentos en que el mundo registra diferentes crisis económicas, la República Checa tiene buenas noticias porque acusa un superávit del comercio exterior.

El superávit del comercio exterior de junio aumentó en 240 millones de euros en comparación con el año pasado. El positivo resultado significa que la economía del país no se desacelerará en el segundo trimestre tanto como se esperaba. Sin embargo, en dicho resultado no se ha reflejado aún el impacto negativo de la fuerte cotización de la corona checa, que reduce la competitividad de los exportadores checos en el extranjero. Ello quiere decir que el descenso de la economía del país en el próximo trimestre es inevitable, según resaltó el analista Michal Brožek. “El impacto de la fuerte cotización de la corona se refleja en la economía con una demora de hasta varios trimestres. Dicha demora crece en función del capital total del fabricante. De seguro, el fortalecimiento de la moneda nacional se reflejará negativamente en los resultados de las exportaciones checas en el futuro”. El superávit del comercio exterior checo creció sobre todo gracias a la balanza positiva del sector de maquinaria y medios de transporte que alcanzó unos 240 millones de euros. Por otro lado, el sector de automoción y de tecnologías informáticas registró una reducción del volumen de exportaciones que se profundizará más en el futuro, dijo el analista Michal Brožek.


Foto: CTK
Activistas checos de Organizaciones No Gubernamentales han organizado una serie de actividades de protesta frente a la embajada china, para denunciar la violación de los derechos humanos y falta de libertades en China.

Las organizaciones Derechos Humanos sin Fronteras y el Movimiento Fa-lun-kung, apoyadas por el Ministerio de Asuntos para las Minorías y los Derechos Humanos, quieren criticar con este acto las trabas que el gobierno chino pone a la única televisión china sin censura, la New Tang Dinasty TV. El canal vio interrumpidas sus emisiones el pasado 16 de junio. New Tang Dinasty TV es una emisora independiente y sin ánimo de lucro que emite por satélite a casi todo el mundo y en varios idiomas, incluyendo el chino. Al no estar bajo el control del régimen, puede transmitir información contraria a los intereses del gobierno chino, como nos cuenta la reportera de la sección checa, Vladimira Mašková. “Nos esforzamos en trazar la historia del Partido Comunista en Chequia para poder mostrar a los chinos en qué consiste realmente un régimen comunista”, informó Mašková. En el mismo sentido se expresa el redactor de la revista Nová Epocha, Jakub Šmid. “Transmite información a los chinos para que vean que China puede existir sin el Partido Comunista” comentó Šmid.


Los trámites en la Policía de Extranjería siguen representando una pesadilla. Los extranjeros de los países no comunitarios que deseen obtener visado en la República Checa tienen que hacer cola durante muchas horas pero sin éxito.

El Defensor del Pueblo, Otakar Motejl, señaló que las condiciones bajo las cuales los extranjeros no comunitarios obtienen los visados en la República Checa son poco dignas y humillantes. Prueba de ellos son las largas filas de solicitantes que se forman cada día frente al edificio de la Policía de Extranjería, en Praga. La mayoría de ellos, no llegan a ser atendidos el mismo día, según afirmó Evaristo García, de México. “La situación a veces resulta realmente crítica, porque uno tiene que sacar su número, tiene que esperar muchas horas para que lo atiendan. La última vez que llegué a la Policía de Extranjería tuve que esperar prácticamente siete horas y finalmente no me atendieron, y era solamente un sello lo que necesitaba. Resulta bastante desagradable para nosotros los extranjeros pasar horas y horas y no conseguir lo que queremos”, destacó García. La única manera de conseguir el visado es pasar la noche durmiendo en la acera para estar en la oficina entre los primeros al día siguiente, o recurrir a los servicios de los llamados mediadores, personas que cobran entre 20 y 80 euros por esperar en la cola en vez del solicitante. A pesar de que se trata de una actividad ilegal, la policía pocas veces logra reunir pruebas suficientes para acusar formalmente a estas personas, subrayó Vladislav Husák, director de la Policía de Extranjería de la República Checa. “Es difícil monitorear la situación y, sobre todo, reunir suficientes pruebas para detener a los mediadores. Nuestro objetivo primordial es tomar medidas para prevenir la práctica de estas actividades”, destacó Husák.