La industria vidriera checa registra un nuevo auge

Foto: Tomáš Mařas

La industria vidriera checa registra un nuevo auge. Gracias a haberse orientado hacia un nuevo surtido y al uso de nuevas tecnologías, logró recuperarse de la profunda crisis que le afectó hace unos cuatro años y sus productos ahora son exportados a diversas partes del mundo.

Foto: Tomáš Mařas
Hace unos 4 o 5 años se preveía el fin de la industria vidriera en la República Checa. El interés de los clientes por los productos de vidrio fue disminuyendo y varias compañías del sector tuvieron que cerrar, además de que el mercado fue inundado con productos vidrieros más baratos procedentes de Asia.

No obstante, el sector no desapareció por completo y, gracias a nuevas ideas, excelentes profesionales y a la larga tradición de la industria vidriera en el país, ésta se recuperó pronto y volvió a florecer, según afirma Vlastimil Hotař, de la Universidad Técnica de Liberec, quien acaba de presentar un detallado estudio del sector que confirma sus palabras.

”La industria vidriera checa está en buena situación económica actualmente a diferencia de otros países europeos, donde este sector registra una marcada reducción de las ganancias y se ve obligado a despedir a gran parte de los trabajadores. En Chequia se produce todo lo contrario en los dos últimos años, aumentan los beneficios y se buscan nuevos profesionales. La crisis afectó el sector vidriero de forma muy fuerte, su caída fue brusca, por lo que el auge actual resulta tanto más evidente”.

Las medidas aplicadas en el sector vidriero que llevaron a su recuperación radican en el cambio radical de la oferta de productos y el aprovechamiento de tecnologías totalmente nuevas para su fabricación, afirma Vlastimil Hotař.

Foto: Tomáš Mařas
”El principal cambio radica en lo que se fabrica. A comienzos de los años noventa, la oferta típica de productos incluía vidrio de bisutería, decorativo e industrial. En 2012 la fabricación se centró en el vidrio técnico, o sea, en fibras de vidrio, vidrio plano y de embalaje, y se sigue por ese camino. Muchas personas ni siquiera registran que determinados productos están hechos de vidrio”.

La oferta de productos es realmente variada e incluye pantallas para celulares y computadoras, espejos, lámparas de araña, embalajes para yogures y leche, así como por ejemplo, elementos de vidrio para automóviles de lujo o vidrio de bisutería. Gran parte de los productos está destinada a la exportación. Por ejemplo, varios países africanos demandan abalorios de cristal checos para la fabricación de los tradicionales collares populares africanos, por ser éstos de mayor calidad que los fabricados en Asia.

En la industria vidriera checa trabajan actualmente unas 17.500 personas. Los analistas prevén que el sector necesitará pronto de más técnicos, obreros y otro personal altamente cualificado, lo que en este país, con larga tradición vidriera, no debería ser un problema.