La gestión de biorresiduos será obligatoria en Chequia
El Ministerio de Medio Ambiente checo propone introducir la gestión obligatoria de biorresiduos. El proyecto, elaborado en concordancia con la normativa europea, supone a partir del año entrante colocar al lado de los contenedores para papel, plástico, cristal y metales, también basureros para desechos biológicos.
La nueva normativa se propone aprovechar los residuos orgánicos, cuya gran parte hoy día suele terminar en los basureros generales, aunque podrían ser utilizados por ejemplo para la fabricación de fertilizantes.
El proyecto de la gestión de biorresiduos ya está en marcha en unas mil ciudades checas. La nueva normativa debería mejorar notablemente la recogida de desechos orgánicos en todo el país.
El Ministerio de Medio Ambiente cuenta con repartir entre las ciudades unos 450 millones de euros para la fabricación de los contenedores y el surgimiento de recolectores especiales, según afirmó Jaromír Manhart, director del Departamento de Desechos.“Actualmente se recolectan unas 700.000 toneladas de biorresiduos. Calculamos que en el futuro llegaremos a recoger hasta dos millones de toneladas”, dijo.
Los contenedores especiales llevan un dispositivo especial de ventilación para eliminar el olor y sirven para recoger los residuos de la cocina y del jardín, apunta Kristýna Regalová, de la organización ecológica Kokoza.
“En el contenedor especial se echan principalmente los restos de frutas y verduras. Pero de hecho todo lo que se procesa en la cocina, incluidas bolsas de té, sedimento de café y rollos de papel higiénico”, señaló.
El contenido de estos contenedores se traslada al compostero donde se recicla y puede ser utilizado para la fabricación de abonos y biogás, por ejemplo.
„La recolección de biorresiduos queda determinada por la normativa europea de desechos. Los países comunitarios se comprometen a reciclar los biorresiduos y reducir así a la vez el volumen de los basureros en general”, indicó acerca de la nueva ley la portavoz del Ministerio de Medio Ambiente, Petra Roubíčková.