La Fundación de la Radio Checa reunirá instrumentos para donarlos a pequeños músicos en apuros
La Fundación de la Radio Checa ha lanzado un proyecto para hacer llegar instrumentos musicales a los niños que lo necesiten. En un principio iba a ser solo para ayudar a menores ucranianos huidos de la guerra, pero finalmente incluirá a todos los niños del país.
Numerosos músicos famosos han anunciado ya sus donaciones al proyecto lanzado por la Fundación de la Radio Checa, gracias al que se pretende reunir el mayor número posible de todo tipo de instrumentos para luego repartirlos entre los niños que necesiten uno.
La colecta lleva el nombre de un famoso musical llamado Si mil clarinetes (Kdyby tisíc klarinetů) que llegó a ser rodado como largometraje con Waldemar Matuška y Hana Hegerová. El propio Jiří Suchý, que escribió la obra allá por 1958, celebró el lanzamiento del proyecto.
“La idea de ofrecer a los niños ucranianos instrumentos musicales, que evidentemente no se pudieron llevar al salir huyendo, es preciosa. Quedo agradecido a todos los que puedan participar de alguna manera. Pero, sobre todo, quedo agradecido a quienes han tenido la idea”.
Aunque finalmente la ayuda no estará dirigida solo a niños ucranianos, explicó Vladimír Kroc, moderador de la emisora Radiožurnal de la Radio Checa.
“Finalmente, por iniciativa del consejo de dirección de la fundación de la Radio Checa, decidimos abrir el proyecto a todos los niños que necesiten este tipo de ayuda en el país”.
Músicos como los rockeros Michal Ambrož o David Koler, el violinista Jaroslav Svěcený, la flautista Zdeňka Žádníková o la fundación de la mezzosoprano Magdalena Kožená, madrina del proyecto, ya anunciaron su participación y apoyo. Pero no hay que ser músico para ayudar a los niños, remarcó la directora del programa, Gabriela Drastichová.
“Hacemos un llamamiento a todas las personas, empresas y, en definitiva, a todos los posibles donantes, a que ofrezcan algún instrumento musical. También apelamos a los profesores de las escuelas básicas artísticas, escuelas primarias y también secundarias, a que nos hagan llegar sus peticiones de los instrumentos que necesiten sus alumnos. Nosotros luego juntaremos la oferta y la demanda en un sencillo portal”.
Drastichová remarcó también que la idea es que el proyecto sea lo más transparente posible.
Por su parte, Magdalena Kožená, premio Gramophone y Caballero de las Artes y de las Letras de la República Francesa, también quiso recordar cómo llegó a tener un piano de niña para ilustrar la importancia de este proyecto: “En la guardería admiraba a mi maestra, que tocaba muy bien el piano. En casa no teníamos piano, así que la imitaba tocando sobre la rejilla de la estufa de gas. Mis padres comprendieron mi pasión y con el dinero que habían ahorrado para un coche me compraron un piano para que pudiera tocar de verdad. Pero no todos los padres pueden hacer algo tan maravilloso para sus hijos, y es para estos para quienes ha nacido este proyecto, gracias al que instrumentos olvidados en algún lado tendrán la oportunidad de sonar de nuevo y alegrar a un pequeño músico y a su familia”, dijo Kožená.