La ciudad de Pilsen y su sinagoga

En esta edición emprenderemos imaginariamente otra excursión a la República Checa. Esta vez les invitamos a un breve recorrido por la ciudad de Pilsen, que finalizaremos en la sinagoga local.

Pilsen, cuarta ciudad de la República Checa en lo que a tamano y número de habitantes se refiere, está situada en Bohemia Occidental, en la confluencia de cuatro ríos: el Mze, el Radbúza, el Uhlava y el Uslava. Pilsen es una ciudad principalmente industrial, aunque también en ella encontramos un sinnúmero de atractivos de índole histórico-cultural.

La historia de la ciudad data de 1295, cuando el rey de Bohemia, Venceslao II, de la dinastía checa de los Premislitas, decidió fundar un centro administrativo en uno de los cruces de las rutas comerciales de aquél entonces. El soberano estaba convencido de que pronto la ciudad se convertiría en un sitio adecuado para el comercio internacional.

Ya en aquél entonces muchos de los caminos que conducían hacia el Oeste del continente europeo atravesaban la ciudad de Pilsen. Y la idea inicial del rey Venceslao II fue cumpliéndose, por tanto, sin mayor dificultad; Pilsen se convirtió con los siglos en una ciudad próspera y floreciente.

Este florecimiento no se vio frenado ni por las llamadas guerras husitas en el siglo 15 que, por un lado, azotaron el país, pero por el otro, democratizaron la vida social y religiosa, limitando marcadamente el poder de la Iglesia Católica Apostólica Romana.

Tampoco dejó mayores huellas en Pilsen la llamada Guerra de los Treinta Aòos en Europa, en el siglo 17. Ésta, que al principio era sólo una pugna entre católicos y protestantes, se convirtió más tarde en una contienda entre todos los países del continente por la hegemonía europea entre las casas de Austria y la de Borbón. Pero, como por milagro, la ciudad de Pilsen, a diferencia de muchos otros centros administrativos de la Europa de entonces, quedó al margen de los enfrentamientos bélicos.

Lo que no había ocurrido a lo largo de siglos enteros, se produjo a mediados del siglo XX, durante la Segunda Guerra Mundial. Entonces, una de las ciudades checoslovacas que mayor daòo sufrió a causa de ese conflicto fue justamente Pilsen. La mayoría de las empresas instaladas en la ciudad, entre ellas la fábrica Skoda, quedaron convertidas en ruina.

Todo lo que habíamos dicho, forma ya parte de la historia. Actualmente la ciudad de Pilsen posee alrededor de 200 mil habitantes. La empresa de maquinaria Skoda, fundada en 1859 y que desde 1869 lleva el nombre de su posterior propietario, Emil Skoda, así como la cervecería Pilsner Urquell, que data de 1842, lograron colocar sus productos en los mercados internacionales.

Pilsen, como habíamos mencionado, tiene también otros atractivos. En la céntrica plaza de la ciudad se encuentra, por ejemplo, el templo gótico de San Bartolomé, que posee la torre más alta en todas las iglesias del país. También merece nuestra atención el Ayuntamiento de Pilsen, en estilo renacimiento, o las antiguas casas burguesas que rodean la plaza central de la ciudad y que llevan las huellas de la paulatina sucesión de los diferentes estilos arquitectónicos registrados a través de los siglos.

No muy lejos del centro de Pilsen se encuentra el Teatro de la ciudad y el Museo de Bohemia Occidental, edificios provenientes de las postrimerías del siglo XIX…. De esa misma época data también otro interesante edificio local: la sinagoga de Pilsen, a la que dedicaremos también nuestra atención en este breve recorrido radial.

Hay que destacar que la Sinagoga de Pilsen es la más grande del mundo, después de las de Jerusalén y Budapest. Tiene una altura de 44 metros, 37 de ancho y 54 metros de largo. Se encuentra en una de las mayores avenidas de la ciudad de Pilsen, la avenida Klatovská, justamente frente al teatro de la ciudad.

Cuando se comenzó a edificar en los aòos 90 del siglo XIX, la ciudad de Pilsen, estaba habitada por alrededor de 30 mil personas, de las cuales más de 2 mil eran judíos. Hay que senalar que una comunidad judía de aproximadamente veinte familias, habitaba en Pilsen desde épocas remotas; contaban con su propio cementerio y una pequena sinagoga.

Con el paso de los siglos, los judíos de Pilsen, al igual que los de otras ciudades del país, experimentaban tiempos favorables que se alternaban con tiempos difíciles. En uno de los períodos de relativa tolerancia, la comunidad judía local abrió su propia escuela y encargó al arquitecto, Rudolf Stech, la construcción de una majestuosa sinagoga en un terreno adquirido por ellos mismos.

Los trabajos de construcción de la sinagoga de Pilsen concluyeron en 1893, y su nave resultó ser tan grande, que entraban en ella hasta dos mil personas. En los primeros decenios del siglo XX, la comunidad judía de Pilsen creció considerablemente y con ello también su influencia en el quehacer comercial e intelectual de la ciudad.

Sin embargo, la Segunda Guerra Mundial y los planes nazis para el exterminio de los judíos, significaron un duro golpe también para la comunidad judía de Pilsen. Tan sólo 260 judíos lograron sobrevivir a los campos de concentración nazis y regresaron a esta ciudad después de la guerra.

Los nazis pretendían derrumbar la sinagoga de Pilsen, pero finalmente decidieron concentrar en la misma los bienes judíos confiscados y las torres utilizarlas para fines militares. Estas, realmente, fueron el último lugar de refugio de los nazis antes de ser liberada Pilsen, en mayo de 1945, por las tropas estadounidenses.

Fue justamente un rabino militar estadounidense quien celebró el primer acto religioso en la sinagoga de Pilsen para soldados de origen judío, después de la liberación de la ciudad de las tropas nazis.

Durante la época comunista, en la entonces Checoslovaquia, la monumental sinagoga permaneció al margen del interés de las autoridades, lo que acarreó como resultado su paulatino deterioro.

A partir de los aòos noventa del siglo XX, la comunidad judía de Pilsen, que hoy en día cuenta con un centenar de miembros, decidió restaurar la sinagoga, con el fin de trasformarla en un digno centro cultural destinado a toda la población. Y este objetivo se ha ido cumpliendo.