La causa de Temelín prosigue

Temelin

Los adversarios austríacos de la central nuclear checa de Temelín consideran que las negociaciones entre Praga y Viena dejaron mucho que desear. Confían, no obstante, en que expertos internacionales descubran alguna falla y que la planta sea sacada de servicio.

Las conversaciones de los jefes de Gobierno checo y austríaco, Milos Zeman y Wolfgang Schüssel, respectivamente, sobre la central nuclear de Temelín fueron bastante complicadas. Al cabo de siete horas de debates se llegó a un compromiso, gracias también a la participación en el encuentro del Comisario para la ampliación de la Unión Europea, Günter Verheugen.

La República Checa accedió a que expertos internacionales realizaran una detallada inspección de la planta con el fin de verificar su seguridad. También se estudiarán los eventuales impactos de Temelín en el medio ambiente. Austria aceptó que la inspección se llevara a cabo sin que Temelín dejara de funcionar.

En base a los acuerdos entre Praga y Viena, no se descarta la posibilidad de que la República Checa se vea obligada a desistir de la explotación de Temelín. Todo depende de los resultados de la inspección internacional. El Primer Ministro checo, Milos Zeman, aseguró que su país respetaría el "veredicto" de los expertos internacionales y que en caso de que éstos descubrieran serias fallas en el funcionamiento de la planta, Chequia procedería a su cierre.

El Comisario europeo, Günter Verheugen, manifestó su apoyo a los acuerdos entre la República Checa y Austria. A la vez criticó las posturas de los adversarios austríacos de Temelín, quienes no descartan la posibilidad de bloquear nuevamente las fronteras, en caso de que no les satisfaga el curso de la investigación. Verheugen advirtió que en caso de nuevos bloqueos de fronteras, la Comisión Europea iniciaría un procedimiento contra Austria. "No hay motivo alguno para nuevos bloqueos y en caso de que se produzcan, los acuerdos checo-austríacos perderán su validez", afirmó Verheugen.