Klaus afirma que el presidente Havel abusa del derecho a veto

Vaclav Klaus

El presidente de la Cámara Baja, Václav Klaus, calificó de infricción de elementos básicos de la democracia el frecuente veto de leyes por parte del Presidente de la República, Václav Havel. La reacción molesta de Klaus la provocó el reciente veto del primer mandatario a la ley que tiene por objetivo apresurar la construcción del circuito de circumbalación en Pilsen, Bohemia Occidental.

Vaclav Klaus
Según destacó Klaus, el veto del presidente debería producirse una vez por decenio, teniendo un carácter realmente excepcional. Mientras tanto, el presidente Havel veta varias leyes por semana con lo que transgrede los elementos básicos de la democracia parlamentaria, sostuvo Klaus, calificando de indeseable que el primer mandatario aproveche su derecho de veto en casos como el de la construcción del circuito de circumbalación en Pilsen.

Desde el año 1993, en el que fue elegido presidente de la República Checa, Václav Havel aprovechó su derecho a veto en una veintena de leyes. En el último tiempo fueron devueltos por Havel a la Cámara Baja dos reglas legislativas. La primera atañe a la mencionada construcción en Pilsen, mientras que la segunda se refiere al programa estatal sobre obligaciones, en cuyo marco los legisladores aprobaron el aumento de los subsidios estatales por mandato a 900 mil coronas, equivalentes a unos 22 mil dólares. Anteriormente el Tribunal Constitucional, a propuesta de Havel, había anulado el aumento del subsidio por mandato de medio millón a un millón de coronas, propuesto por la Cámara Baja.

Klaus calificó de triste el hecho de que el presidente se esfuerce por luchar con la Cámara Baja. Por otro lado, Havel insistió recientemente que en la política checa comienzan a aparecer ciertos elementos de impertinencia, argumentando que con frecuencia se proponen leyes con fines utilitarios que contradicen al espíritu de la Constitución. "Si debo actuar en armonía con mi consciencia, tengo que atacar este tipo de leyes", afirmó en aquel entonces el Presidente de la República Checa, Václav Havel.