Isaac Sibecas: “Para mí la fotografía es trabajo, hobby, pasión y desesperación”
Con el tesón de alguien que vive por y para la fotografía, Isaac Sibecas se ha ido haciendo un hueco y un nombre entre los fotógrafos de Praga. Teatros de tanta significación para la escena checa como los de Jára Cimrman y Na Zábradlí ya contaron con el talento de este catalán.
Fotógrafo de profesión y de corazón. Innovación, experimentación y un toque de provocación se transmiten desde el primer vistazo a su obra más personal, que no se reduce a los escenarios de teatro, si bien estos fueron su primer ámbito de acción en Praga.
En 2004, llegó a Chequia de la mano de los fotógrafos Pedro Cano y el checo Martin Špelda, que se encontraba en Barcelona dando una conferencia sobre su especialidad, la fotografía de teatro. Una conversación con Špelda
una vez concluida la ponencia, dio un giro inesperado a la vida de Isaac Sibecas. La historia de ese primer encuentro la recuerda divertido el fotógrafo catalán.“Él dijo que tenía sed y propuso ir a tomar una cerveza. A las 10:30 de la noche yo tenía sed también y no quería desaprovechar la oportunidad de seguir conversando con un fotógrafo que se estaba dedicando a la fotografía de teatro. De veinte que éramos, me apunté solo yo, y muy contento. Allí seguimos hablando, él en checo y yo… no lo sé. Y allí me propuso ir a Praga, poner mis conocimientos en práctica, etc. Lo que pasa que me lo dijo en checo, yo solo entendí Praga y dije que sí, directamente. Así fue como organicé mi primer viaje a Praga”.
Una vez establecido el contacto con Praga, años después, a finales de 2007, se establece definitivamente en la capital bohemia. Según Isaac, hay
en Chequia más cultura de fotografía, por lo que el fotógrafo está mejor considerado.“Lo que me apasionó fue el interés que había en el país por la fotografía, las universidades, que por primera vez casi en mi vida, vi una universidad que hiciera una titulación oficial de fotografía, cosa que en España no existe. La gente tiene más interés por la fotografía, o no lo ve como tener una cámara en las manos, apretar el dedo y ya está. Tienen un poco más de conocimientos de lo que es la fotografía, y por lo tanto valoran más lo que haces. Lo respetan, esta sería quizás la palabra”.
Mucho trabajo durante varios años le ha costado a Isaac, pero en definitiva reconoce que en Praga ha encontrado más oportunidades de
desarrollarse como fotógrafo que las que habría tenido en Barcelona.“Al ser un país con costumbres muy distintas y totalmente diferente a de donde yo vengo, también me permite tener ideas y poder realizarme con mi trabajo personal, que es una de las cosas por las que más lucho. Porque para mí la fotografía lo es todo: trabajo, hobby, pasión, desesperación, y todo lo que te puedas imaginar. Vivo para ello”.
Perteneciente a la tercera generación de una saga de fotógrafos catalanes de Figueras, ciudad natal también de Salvador Dalí, se considera un fotógrafo del ‘cambio’. De la fotografía tradicional-química, que estudió hasta sus 25 años, hasta las técnicas digitales actuales. Isaac Sibecas investiga las posibilidades de la combinación de ambas por el conocimiento que ha ido recopilando a lo largo de su vida, como recuerda.
“Con 12 años o así, me sentaba al lado de mi abuelo, mi abuelo además era retocador, y con pinceles, lápices, anilinas, etc. se iban retocando las fotos, quitando granos, brillos,… lo mismo que ahora se hace con Photoshop se hacía antes, pero era un trabajo manual”.¿Qué busca Isaac Sibecas en sus fotografías?
“Antes de hacer una foto, en cuanto a trabajo personal, yo siempre me pongo a pensar si esta foto o algo parecido lo he visto. Si lo he visto, ya no lo fotografío. ¿Para qué? No me interesa. Luego intento sacarle a mis trabajos personales un tema o un punto de vista del tema que no haya visto. Busco, me informo, miro y remiro, y cuando viene la idea, entonces me pongo en ello. Otros trabajos han surgido del error. Tienes una idea, se te crea un error, el error es bonito, y luego viene lo difícil, hacer de ese error una apuesta para que todo el trabajo sea igual. Esta es un poco mi forma de trabajar”.
Y con esa forma de trabajar, se ríe Isaac cuando dice que algún día se vengará por todos los fotógrafos que tuvo que estudiar durante la universidad, cuando sea a él, a quien se tenga que aprender en sus queridas facultades de fotografía.