Inundaciones destruyeron numerosas aldeas moravas

Foto: CTK

La muerte, el miedo y la destrucción se apoderaron de la región morava de Blanensko, al Suroriente del país, afectada por las apocalípticas inundaciones. Dos personas perdieron la vida, varios puentes, casas y carreteras fueron arrasados por una tromba de agua que no se detuvo ante nada.

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El ministro del Interior, Stanislav Gross, y el ministro para Desarrollo Local, Pavel Nemec, visitaron este martes las aldeas afectadas y prometieron el pronto envío de ayuda humanitaria y financiera. Los ministros valoraron altamente el trabajo de los bomberos y de los socorristas que inmediatamente emprendieron trabajos para la eliminación de los daños.

La riada inundó decenas de casas, destruyendo kilómetros de carreteras; el suministro de gas y electricidad se vio interrumpido por varias horas. El alcalde de Olesnice, Zdenek Pesa, sostuvo que todo empezó a las cinco y media de la tarde con una fuerte tormenta.

"En dos horas se registraron precipitaciones de 171 milímetros cúbicos, o sea, una tercera parte del promedio anual. La fuerza de las aguas fue tan grande que "trasladó" a cientos de metros un contenedor de acero y de varias toneladas de peso."

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Los ciudadanos de Olesnice coinciden que se trató de una verdadera pesadilla.

"El agua se llevó todo, destruyó todo. Nuestra casa, toda la aldea está cubierta de lodo. No sé qué vamos a hacer. Imagínense, la estación del autobús está a unos cincuenta metros de su lugar original."

Hace cinco años, en julio de 1997, la República Checa se vio afectada por las mayores inundaciones del siglo XX, que paralizaron la vida en una tercera parte del país. Las aguas afectaron entonces a más de 500 ciudades y aldeas, cobrándose la vida de unas 50 personas y ocasionando daños materiales por más de dos mil millones de euros.