Havel y Gorbachov difieren sobre estación de radares en territorio checo

Václav Havel (Foto: CTK)

Dos símbolos de la caída del comunismo, Václav Havel y Mijaíl Gorbachov, difieren sobre la eventual instalación de parte del sistema de defensa estadounidense en Europa.

 Václav Havel  (Foto: CTK)
El ex presidente Václav Havel considera que la construcción de una estación de radares del sistema de defensa antimisiles de EE.UU. en la República Checa representaría la primera oportunidad de devolver a Washington la ayuda prestada en la lucha contra el comunismo.

Por su parte, el antiguo mandatario ruso Mijaíl Gorbachov aseguró que el sistema antimisiles está apuntado contra Rusia y China y que hace de la República Checa un blanco de los planes militares rusos.

Havel rechaza las acusaciones de Gorbachov y asegura que utiliza un léxico fuera de la realidad.

“Constantemente utiliza la palabra apuntado, como si se tratara de una arma de ataque y se trata de sistemas defensivos”, subrayó Havel

El antiguo inquilino del Kremlin insiste en que el tema del radar es un asunto muy serio y que no es cierto que esté apuntado contra Irán, país que según él no representa peligro alguno.

Tras la invasión soviética de 1968 permanecieron en le país miles de soldados soviéticos. De acuerdo con Havel nadie dijo entonces nada, pero la era en la que Moscú decidía sobre el futuro de los países dentro de su esfera de intereses ya terminó.

Moscú se opone rotundamente a la construcción de una estación de radares en territorio checo y de una base de misiles en Polonia, como parte del sistema de defensa antimisiles de EE.UU.

Los rusos aseguran que la presencia militar estadounidense en Europa Central amenaza su seguridad y en varias oportunidades los generales amenazaron con dirigir sus misiles contra Polonia y la República Checa en caso de que EE.UU. instale en esos países parte de su paraguas antimisiles.

Los Gobiernos de Praga y Varsovia insisten en que se trata de decisiones de países soberanos y de acuerdos directos con Washington y que no están obligados a consultar con Moscú.