Havel pide respeto para los derechos humanos

Václav Havel

El ex presidente checo Václav Havel ofreció una nueva muestra de su compromiso con la lucha por el respeto de los derechos humanos. Con ocasión del 60 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el antiguo disidente pidió en una carta abierta el respeto de los derechos fundamentales en el mundo.

Václav Havel
El ex presidente checo Václav Havel ofreció una nueva muestra de su compromiso con la lucha por el respeto de los derechos humanos. Con ocasión del 60 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el antiguo disidente pidió en una carta abierta el respeto de los derechos fundamentales en el mundo.

El Instituto Respekt, con sede en la capital checa y dedicado al análisis y estudios sobre América latina, publicó una carta abierta en la que antiguos disidentes, ex mandatarios y premios Nobel exhortan a la comunidad internacional a velar por el respeto de los derechos humanos. El antiguo presidente checo Václav Havel, insistió en la necesidad de que se vele por el respeto de los derechos humanos en el mundo entero. “Considero que es necesario condenar la persecución de personas y la violación de los derechos humanos en cualquier parte del planeta sin hacer diferencia alguna”, subrayó Havel. En la carta abierta se indica que los firmantes, en su calidad de abogados de la paz y la democracia, han podido ver como en Venezuela se reducen las libertades de los ciudadanos y se persigue a las personas que expresan ideas diferentes a las del oficialismo. Los signatarios hacen un llamado para que la comunidad internacional se sume a la protección de la libertad y la democracia en el mundo y se preste atención a lo que ocurre en Venezuela. Entre las personalidades que firmaron la carta abierta destacan además de Havel, los premios Nobel Lech Walesa y Frederik de Clerk, así como los ex presidentes Luis Alberto Monge de Costa Rica, Stanislaw Shushkevich de Bielorrusia y el ex primer ministro de Bulgaria Filip Dimitrov.


Václav Klaus
El presidente checo Václav Klaus no puede con la Unión Europea. Su postura negativa para con la organización se le sale hasta por los poros. Y todo parece indicar que la aversión es mutua y que algunos representantes comunitarios decidieron decírselo al mandatario.

La Oficina presidencial checa criticó el comportamiento del eurodiputado Daniel Cohn-Bendit durante su encuentro con el presidente checo, Václav Klaus, el viernes en Praga, y lo calificó de una abierta provocación. El encuentro a puertas cerradas del presidente checo, Václav Klaus, y una delegación del Parlamento Europeo, encabezada por su presidente, Hans-Gert Pöttering, desembocó en un serio conflicto. La Oficina de Klaus considera inadecuado que el jefe de la facción de los Verdes en el Parlamento europeo, Daniel Cohn-Bendit, le preguntara a Klaus, cuál era su relación con el movimiento radical euroescéptico de Irlanda. Jiří Weigl, jefe de la Oficina del presidente Klaus, calificó su actuación como una provocación. “El señor Cohn-Bendit ha aprovechado la visita al Castillo de Praga para armar una gran provocación. Nunca antes alguien se había permitido actuar aquí en ese estilo y hablar con semejante tono con el primer mandatario”, dijo Weigl. La reacción de la Oficina presidencial checa sorprendió a los eurodiputados, al igual que la publicación de la transcripción de los diálogos entre Klaus y la delegación del Parlamento Europeo en el sitio oficial del Presidente checo en Internet. El jefe de la delegación de los eurodiputados, Hans-Gert Pöttering, considera que las deliberaciones en el Castillo de Praga transcurrieron de manera normal y la eurodiputada eslovaca, Irena Belohorská, sólo comentó que le sorprendieron algunas reacciones del mandatario checo. “Al parecer, durante los años de presidencia, Václav Klaus, se acostumbró a no tolerar opiniones que sean opuestas a las suyas”, sostuvo Belohorská.


Mirek Topolánek
El líder del gubernamental Partido Cívico Democrático, Mirek Topolánek, salió airoso en la contienda por la presidencia partidista. Su reelección fue criticada por el presidente honorífico de la formación, Václav Klaus, que renunció a su cargo y dejó el partido que él había fundado hace 18 años.

“Acepto la culpa por haber actuado muchas veces de manera incorrecta, de haber sido poco disciplinado”. Con estas palabras, el primer ministro Mirek Topolánek inauguró, este sábado, el congreso XIX del gubernamental Partido Cívico Democrático. Horas después logró defender su puesto de líder principal de la formación, al obtener un total de 284 votos. Su rival Pavel Bém, el alcalde mayor de Praga, recibió tan solo 162 votos. En su discurso postelectoral, Topolánek prometió que se esforzará por unificar el partido actualmente dividido en dos alas: una conservadora y otra reformista. “Les garantizo que los cívico-democráticos saldrán fortalecidos y unificados de este congreso. Es evidente que las diferentes corrientes surgidas dentro del partido deben unirse en un compromiso y nosotros lo encontraremos”, destacó Topolánek. Por su parte, Pavel Bém, expresó su esperanza de que Topolánek vuelva a ganar la confianza de los electores decepcionados. Afirmó también que continuará participando activamente en la política nacional. “Soy parte del núcleo tradicional y duro del Partido Cívico Democrático y lo seguiré siendo. De seguro continuaré participando en la política del país”, señaló Bém.


Foto: Comisión Europea
La ciencia checa se ha anotado un éxito internacional. Los científicos locales participan en un proyecto de envergadura mundial para combatir enfermedades como la diabetes o el Parkinson

La República Checa se ha unido al grupo de países capaces de crear células madre a partir de células normales. La técnica consiste en añadir unos cuantos genes artificiales a la cadena de ADN de la célula. Así, esta rejuvenece y adquiere la capacidad de multiplicarse indefinidamente, lo que supone todo un abanico de aplicaciones en cuanto a tratamientos médicos. En un futuro, estas células modificadas podrían sustituir a las células madre embrionarias en las investigaciones. Algunas instituciones, como la Iglesia Católica, se oponen al uso de embriones humanos para la investigación médica, lo que ha generado un debate sobre el tema. Según la responsable del proyecto, Eva Syková, el avance aporta además otras ventajas. “Estas células no son embrionarias, por lo que no se tiene que destruir ningún embrión. Son células adultas, por ejemplo de la piel, que podrán extraerse fácilmente del futuro paciente. Además, al tratarse de células propias disminuye el riesgo de rechazo al implantarlas al organismo”, explicó. Estas células podrían utilizarse para tratar afecciones como la diabetes o el Parkinson, aunque de momento se encuentran todavía en fase experimental. En los próximos años se comprobarán sus propiedades y se compararán con las de las células embrionarias reales, según explicó Syková. “Ahora vamos a experimentar estas células en animales con diferentes enfermedades. Vamos a seguir tratando células adultas e implantárselas a animales para ver si desarrollan tumores o tienen algún efecto secundario. Así llegará un momento en el que podremos utilizarlas en la medicina corriente”, apuntó.