Gobierno checo aprueba suscripción del acuerdo SOFA con EE.UU.
El Gobierno checo aprobó este miércoles el convenio SOFA que reglamenta la estadía de soldados estadounidenses en territorio de la RCh. El documento es un suplemento al acuerdo principal sobre la construcción de una estación de radares estadounidense en la zona checa de Brdy, firmada entre Praga y Washington en julio pasado.
Al aprobar el convenio SOFA, el Gobierno checo dio otro importante paso para que el país llegue a formar parte del escudo antimisiles estadounidense en Europa. Se prevé que los titulares de Defensa de la República Checa, Vlasta Parkanová y de EE.UU., Robert Gates, firmarán el convenio SOFA el 19 de septiembre en Londres, donde asistirán a una sesión de los ministros de esa cartera de los países de la OTAN.
La ministra Parkanová señaló que se sentía satisfecha con el resultado de las negociaciones con EE.UU., y las reglamentaciones contenidas en el documento.
“Creo que hemos logrado lo máximo. Desconozco la opinión de los negociadores estadounidenses, pero nosotros sí estamos conformes. Lo primordial para la República Checa es que el convenio respeta la soberanía de este país, su sistema legal, así como la inviolabilidad de sus propiedades”, destacó Parkanová.
Los soldados y demás personal estadounidense que cumplirán misión en la República Checa dispondrán de una tarjeta de identificación especial proporcionada por las autoridades de este país. Todas las actividades comerciales relacionadas con la base estarán exentas del pago del IVA.
Los eventuales delitos que cometa el personal militar o civil estadounidense estarán bajo la jurisdicción de tribunales checos. No obstante, en caso de estar amenazada la seguridad o las propiedades de EE.UU., o surja un caso de agresión entre ciudadanos de ese país en la base, se ocuparían del tema órganos competentes estadounidenses.
La ministra Parkanová se refirió también a otras estipulaciones del documento. La República Checa tendrá derecho, por ejemplo, a suspender la construcción de la base en caso de que la obra no respete el proyecto original.
“Así también, los terrenos de la estación de radares y los inmuebles que se construyan allí serán propiedad checa. En lo concerniente a la seguridad, nosotros protegeremos la zona fuera de los límites de la base, mientras que Estados Unidos velará por la tranquilidad interna”, acotó Parkanová.
El Gobierno quiere presentar el convenio SOFA al Parlamento checo junto con el acuerdo sobre la estación de radares. Los observadores estiman que los parlamentarios checos ratificarán los documentos después de las elecciones presidenciales en Estados Unidos de noviembre próximo.