Fuertes riadas se cobran al menos ocho vidas en Chequia
Las recientes riadas fueron las más trágicas desde 2013, a pesar de haber tenido carácter local más bien. Se cobraron por lo menos ocho vidas humanas y varias personas siguen desaparecidas.
Los niveles de los ríos en la República Checa vuelven poco a poco a la normalidad en las regiones afectadas por las inundaciones en los últimos días. La peor situación fue registrada en las regiones de Liberec, Hradec Králové, Zlín y en Moravia-Silesia, o sea, al norte, el este y el noreste del país. El tercer grado de alerta por inundaciones fue levantado en todos los ríos, pero el primer grado de alerta rige todavía en algunos ríos, sobre todo en las zonas al este.
Las aguas se desbordaron el pasado fin de semana a raíz de las fuertes e intensas lluvias que azotaron algunas regiones. Inundaron carreteras, así como un gran número de viviendas en sus proximidades. En Bohemia del Este inundaron una casa para ancianos en la localidad de Heřmanův Městec. Sus clientes no fueron afectados, pero el agua causó en el lugar grandes daňos materiales.
Los policías y bomberos tuvieron que intervenir en numerosos casos, por ejemplo para salvar a las personas a las que se había llevado la corriente, cuando observaban la subida de los niveles de los ríos. Pero algunos de estos casos terminaron en una tragedia. El tratar de sacar fotos a un río desbordado le costó la vida a un hombre en el distrito moravo de Uherské Hradiště, como dijo a la Radio Checa la portavoz policial, Simona Kyšnerová.
“Con mayor probabilidad todo fue mera casualidad con consecuencias trágicas. Parece que el hombre quería observar de cerca lo que estaba pasando. El terreno bajo sus pies, mojado por el agua, no aguantó y se derrumbó cuando el hombre le sacaba fotos a la corriente inusual del desbordado riachuelo local”.
Los hidrólogos lanzaron una advertencia a comienzos de la semana para que los ciudadanos no se acercaran a los ríos, por peligro de deslizamiento de los terrenos, como confirmó Martina Kimlová, del Instituto de Hidrometeorología Checo.
”Los terrenos en las inmediaciones de los ríos y riachuelos pueden humedecer mucho al absorber tanta agua. Entonces puede darse fácilmente un deslizamiento de tierra. Y las personas que pisan esos terrenos junto a los ríos pueden caer inesperadamente en el agua”.
Otra víctima de la fuerte corriente de los ríos provocada por las intensas lluvias es una niňa de ocho años que se ahogó en el río Morávka en Moravia-Silesia, cuando al navegar con su padre y hermana, las aguas volcaron su lancha. Fueron varias las personas que en los pasados días intentaron bajar los ríos furiosos y que pagaron por ello con sus vidas, sobre todo en Moravia. Salieron a navegar a pesar de las advertencias de los especialistas en navegación.
Petr Ptáček, presidente de la Asociación de Turismo Acuático recalcó en entrevista para la Radio Checa que muchas personas no admiten que puedan tener problemas al bajar un río bravo.
“La corriente del agua en los ríos desbordados a raíz de las intensas lluvias es mucho más fuerte que otras veces, lo que muchos navegantes aficionados no toman en cuenta. Pueden presentarse remolinos imprevisibles en los ríos, que son mucho más fuertes que otras veces. Y, en tercer lugar, durante las inundaciones el agua de los ríos se lleva todo lo que encuentra en sus márgenes, como ramas de árboles y hasta troncos enteros, muebles, etc., lo que también puede resultar muy peligroso para los navegantes”.
Son ocho las víctimas humanas de las recientes riadas cuya muerte fue confirmada por la Policía hasta el presente, pero varios ciudadanos siguen desaparecidos. Las recientes riadas son consideradas así las más trágicas desde 2013, cuando las inundaciones que afectaron gran parte de Bohemia se cobraron 15 vidas humanas. Un número semejante de víctimas tuvieron las fuertes riadas de 2009 en Moravia, parte oriental de la República Checa.
Las aseguradoras calculan que tardará varios meses todavía hasta que se reúnan los datos necesarios para poder determinar el coste de los daňos ocasionados por las inundaciones a los ciudadanos. En la localidad de Heřmanův Městec, en Bohemia Oriental, por ejemplo, algunas familias se quedaron sólo con la ropa que llevaban puesta al inundar y destruir las aguas su hogar.