František Xaver Richter, promotor nacional de las cuartetas de cuerda

František Xaver Richter

En el espacio dedicado a la música clásica checa, nos referiremos esta vez al excelente compositor, violinista, profesor de música y cantante del siglo XVIII, František Xaver Richter, promotor de la música de cámara y de las cuartetas de cuerda en Bohemia.

František Xaver Richter (Franz en alemán) nació en 1709 en la ciudad morava de Holešov. Estudió composición en Viena con el legendario compositor, teórico de la música y pedagogo musical austriaco, Johann Joseph Fux, autor del tratado de contrapunto más completo de su tiempo, y posteriormente perfeccionó sus conocimientos de música en Italia.

A František Xaver Richter le fue ofrecido el puesto de cantante de bajo en la banda musical de la corte de Stuttgart y en 1740 fue nombrado vice-maestro de capilla por el príncipe-abad en la pintoresca ciudad de Kempten, cerca de Múnich.

En 1744, un año después de casarse, al joven músico y compositor le publicaron en París sus primeras sinfonías, de las que a lo largo de su vida compuso casi 70.

Alrededor del año 1747, František Xaver Richter se mudó a la ciudad de Mannheim, donde se desempeñó como violinista, cantante y más tarde también como compositor de obras de cámara de la orquesta de la corte del Elector Palatino local. Este cuerpo musical dirigido por Jan Václav Stamic (Johann Stamitz en alemán), compositor checo y amigo de Richter, pronto conquistó fama a nivel de toda Europa. Se convirtió en la base de la famosa Escuela de Mannheim que agrupaba a músicos que experimentaban y promovían técnicas orquestales nuevas tanto en la composición como en el modo de interpretación. Richter y Stamic pertenecieron a la generación de los fundadores de la Escuela de Mannheim.

Además de compositor e intérprete, František Xaver Richter fue un excelente pedagogo musical. Entre sus alumnos figuraron músicos checos que más tarde conquistarían fama europea y mundial, como Karel Stamic, Joseph Martin Kraus, František Xaver Pokorný y otros.

En 1767, Richter terminó su libro dedicado a un nuevo método de composición basado en técnicas de contrapunto, titulado ‘Enseñanza de la armonía, o también incursión al arte musical y la composición’. Esta obra teórica se convirtió en un manual de la composición musical de la Escuela de Mannheim.

Los éxitos de la orquesta de la corte del Elector Palatino de Mannheim le permitieron a Richter viajar mucho. Entre los años 1757 y 1758, el compositor visitó Francia, Holanda e Inglaterra. Además de dar conciertos, František Xaver Richter aprovechó estos viajes para entablar contactos con los editores de sus obras musicales.

Richter se desempeñó en la orquesta de Mannheim 22 años. Más tarde, en 1769, aceptó el puesto de jefe de la banda musical de la Catedral de Notre Dame, en Estrasburgo. Allí tenía bajo su mando a 20 cantantes y una orquesta integrada por 40 músicos y pudo dedicarse a la composición del género musical que más adoraba, la música sacra.

František Xaver Richter fue un compositor muy laborioso y fructífero. Sin embargo, hasta la actualidad se ha conservado solo una parte de su obra. Además de un sinnúmero de composiciones sacrales, entre las que figuran 39 misas, dos réquiem, unas 70 sinfonías, 30 conciertos instrumentales, seis cuartetos de cuerda y dos series de Seis Sonatas.

Catedral de Notre Dame en Estrasburgo
Independientemente de que František Xaver Richter fue además de músico un excelente compositor, hasta el presente su obra no ha llegado a ser debidamente apreciada. Desde el punto de vista del estilo, su música refleja todavía el barroco, pero con sus obras de cámara y para orquesta contribuyó simultáneamente al desarrollo del estilo instrumental del clasicismo.

El ‘Concierto en Re mayor para trompeta y orquesta’ de František Xaver Richter provoca gran respeto entre los músicos que tocan la trompeta natural, llamada también ‘clarino’, porque en cuanto a la técnica y la extensión sobrepasa todo lo que hasta entonces había sido compuesto para ese instrumento musical que tenía ciertas limitaciones sonoras. Parece que Richter, quien era también cantante y violinista, tenía poca experiencia con la trompeta natural. La anteriormente mencionada obra del compositor checo hace recordar algunas composiciones de Mozart, con quien Richter se conoció personalmente, porque junto con la extremadamente complicada parte técnica, contiene una bella línea melódica.