Fracasa la queja contra el sistema electoral presentada por Okamura
El Tribunal Constitucional rechazó la queja contra el sistema de las elecciones presidenciales presentada por el senador Tomio Okamura. Según informa el diario Právo, los jueces actualmente siguen precisando la justificación de su veredicto que darán a conocer oficialmente este jueves.
Okamura solicitó la postergación de las elecciones, cuya primera ronda está fijada para este viernes y sábado, y pidió una revisión del número de las firmas que le habrían permitido entrar en la lucha por la silla presidencial.
Al rechazar los jueces su recurso, Okamura comentó con amargura que el veredicto se vio afectado en gran medida por la escasez de tiempo.
“El Tribunal Constitucional puso en un lado de la balanza la justicia y en el otro la presión del tiempo, y optó por la variante más fácil. Se trata de un precedente digno de atención. La fecha de las elecciones derrotó a la ley”.
Okamura, además, acometió contra el sistema electoral para la presidencia que obliga a los candidatos independientes a sumar como mínimo 50.000 firmas de ciudadanos. El senador subraya que tal condición es anticonstitucional y pidió la modificación del sistema de control de las firmas.
“Presenté más de 60.000 firmas y el Estado ni siquiera hizo esfuerzos para verificar debidamente su autenticidad. No hizo más que estimar de manera inverosímil que yo no había sobrepasado el límite de 50.000 en un control al que no pudieron asistir los representantes de los candidatos”.El Ministerio hizo un control aleatorio de las firmas en dos muestras de 8.000 firmas cada una y, tras eliminar las firmas no válidas, sumó el error estadístico que aplicó para el número total de las firmas. Dicho sistema dejó fuera de juego por la silla presidencial al senador Okamura y al ex ministro de Industria y Comercio, Vladimír Dlouhý.
Su caso abrió un amplio debate sobre el eventual cambio del sistema electoral. Algunos expertos proponen reducir notablemente el límite de firmas necesarias para la presentación de la candidatura, copiando el modelo austriaco, por ejemplo.
Dicho sistema supone que los ciudadanos tendrían que pagar una tarifa mínima por la verificación de la autenticidad de su firma para prevenir de una vez los pleitos que están acompañando la primera elección presidencial directa de la República Checa.