Fotos que narran sobre los escritores
"Las fotos son mi manera de decir cosas, son una necesidad", sostiene el fotógrafo argentino, Daniel Mordzinski, quien desde hace casi treinta años se dedica a retratar a escritores de lengua española. En muchos casos la foto le sirvió para entablar una estrecha amistad. Así ocurrió, por ejemplo, con el escritor chileno Luis Sepúlveda quien acompañó a Daniel Mordzinski a Praga para inaugurar juntos en el Instituto Cervantes su exposición de fotografías titulada "Los rostros de la escritura - Escritores de las dos orillas". Aprovechamos la oportunidad para conversar con el fotógrafo argentino sobre su obra.
¿Cómo entra en contacto con los escritores?
"Al principio era más difícil. Ahora, digamos, que hace muchos años que lo vengo haciendo, es más fácil. Me sonrojo un poco porque recordaba una bella frase del escritor español que dirige el Instituto Cervantes de Moscú, Víctor Andresco, que en un texto escribió que un escritor de lengua española comienza a escribir para algún día ser fotografiado por Daniel Mordzinski".
¿Cómo surgió esa idea de hacer fotos de escritores? La primera fue de Jorge Luis Borges ...
"Sí, como la vida misma. Muchas veces nuestros actos aunque de manera inconsciente van marcando nuestra vida, creemos que sin saberlo pensamos que sin quererlo. Mi verdadera pasión siempre fue la literatura, la imagen era casi secundaria, yo estaba mucho más cerca del cine que de la fotografía. Me pregunto que si retratar escritores no es de alguna manera esconder mi incapacidad para escribir yo mismo".
¿Cómo elige a los autores? ¿Después de leer alguna obra suya se dice, bueno, quisiera hacer un retrato de este escritor?
"No, sería muy pretencioso de mi parte decir que los elijo. A veces me pasa que he leído un texto maravilloso y tengo ganas de conocer a la persona, pero contrariamente a lo que se suele decir el hecho de haber amado la lectura, un libro, un escritor, en el momento de la fotografía no me ayuda. Lo que quiero decir es que yo trato de ser una persona medianamente curiosa. Muchas veces con un poeta un poema revela el universo de un escritor. Con un novelista es más difícil, puedes leer en diagonal un capítulo para tener un poco de conversación, pero hay tantos temas apasionantes para hablar con una persona, que tal vez para un escritor lo menos interesante es su propio libro, porque todo lo que tenía que decir lo dijo y lo escribió. Entonces, todo lo que sea luego paraliterario tiene para él menos sabor, menos interés. En mi caso siempre he comprobado que fotografiar a escritores que he leído y que admiro cuando traté en el momento de la fotografía de recordar la lectura era muy malo. Como muchas veces pasa en la vida, las cosas hay que saberlas para en el momento de pasar a la acción, olvidarlas. O sea es evidente que ayuda haber leído, como ayuda en el periodismo haber hecho antes estudios de abogacía o estudios de ciencias políticas, pero tampoco uno tiene que ponerse cuando vas a hacer una entrevista como un abogado o en un político. La cultura general es eso, es todo aquello que has aprendido durante la vida, lo que recuerdas, lo que queda, lo que no ha pasado".
¿Es lo que quería preguntar si luego en la foto se refleja de alguna manera la imagen que se hizo Ud. en base a un libro del escritor?
"¿Qué piensas tú?"
Yo diría que sí ...
"Vamos a ver ... Tengo en mente una fotografía de Zoé Valdés, una escritora cubana refugiada en París. Yo recuerdo que en esa fotografía hay una silla vacía, recuerdo que hay en esa foto una lámpara desnuda, que hay luz y sombra, papeles con marcas, y es un poco también la vida de un refugiado político, ¿no? Lejos de su país. Pero, bueno, también pueden ser interpretaciones o blablabla ... Lo que importa en esa imagen tal vez es que ella no está en un primer plano, sino está en el fondo, que en el primer plano hay una silla vacía, etc. "
¿Se acuerda de la foto de Guillermo Cabrera Infante que también vivió exiliado en Londres?
"Sí, Guillermo era un amigo, lo fotografié muchísimas veces, a él, a Miriam que no se dejaba fotografiar por nadie y a mí me dejaba. Y en una de las tardes que estábamos tomando té en su casa de Londres, de repente estaba en la cocina, que es el lugar donde muchas veces mejor nos sentimos. Y estaba su gato y bueno, salió esa foto. Comenzaba este encuentro diciéndote que me gusta fotografiar a los autores en sus casas. Yo vivo en París donde hay muchos escritores por metro cuadrado y donde a los escritores se les exige casi tener una opinión sobre todo. Hay torres que se derrumban. ¿Qué piensa Vd. del terrorismo? Se cae el Muro de Berlín. ¿Qué piensa Vd.? Un escritor, señoras y señores, puede ser un excelente escritor y no necesariamente tener una opinión sobre todo lo que pasa en el mundo. El resultado de este fenómeno es que los autores cada vez se cierran más, se protegen más, filtran más, y es más difícil llegar a ellos. Pero yo insisto y quiero fotografiarlos en sus casas. Entonces, tengo un fórmula secreta, que como no hay micrófono entre nosotros te la voy a contar. Cuando voy por primera vez fotografiar a un escritor en París y acepta que lo fotografíe en su casa lo primero que hago es sentarme en el salón de una manera muy discreta, como siempre vestido de negro, y sin ninguna cámara a la vista. Entonces, le empiezo a hablar de las noticias, del tiempo, si vio lo que pasó con, si escuchó de tal premio y cuando veo que la persona ya está al borde de la crisis preguntándose y cuándo me va a fotografiar, allí, como un buen torero saco mi arma para clavarle, para darle el toque y le digo: Perdón, ¿no me invitaría a un café? Claro, tú sabes que ya no hay servicio doméstico en Francia, entonces, la persona qué me va a decir, ¿no? Se va a la cocina a poner hervir el agua y en ese momento yo lo sigo a la cocina, como con Guillermo, y hago las primeras fotos. Podría hacer un libro de escritores en sus cocinas (risas). No es una mal idea". (risas)
Al escritor español Juan Goytisolo lo fotografió en Sarajevo ...
"A Juan lo he fotografiado muchas veces, pero tú sabes que tiene mucho que ver con Sarajevo como tiene que ver mucho con Marruecos. Me gustaría fotografiarlo allí, pero no he tenido todavía la posibilidad. Bueno, me pareció simbólico y significativo retratarlo en esa ciudad, una ciudad de resistencia, que cuenta tanto Goytisolo".
En el retrato de Paulo Coelho aparece detrás del escritor un muro pintado con graffiti.
"Muchas veces lo importante no es llegar. Lo importante es el camino. Y con Paulo nos fuimos a caminar y a buscar un lugar y bueno, de repente estaba en ese lugar - él estaba en un momento en su carrera que subía, hoy es la fama en todo el mundo - me parece que es él".
Juan Marsé, el escritor español, está fotografiado con un niño.
"Con Juan nos una bella amistad y tengo la suerte que no solamente me invita a su casa, sino también a su casa de campo, donde también Berta, su hija, cocina y donde él es como es. Y allí está jugando con su nieto Guillermo. Fue natural, yo fui testigo de ese momento y gracias a la complicidad con estos escritores he podido captarlo".
¿Prefiere las fotos en blanco y negro o las en color? ¿Hay una diferencia?
"No, me da lo mismo. No tengo una actitud de estética ni ética al respecto. Yo creo que hay una sola fotografía y varias maneras de mostrarlo. Ese viejo discurso que el blanco y negro es más dramático a mí no me va. Son estados de ánimo, a veces color, a veces blanco y negro ..."
¿Quisiera hacer foto de algún escritor checo?
"Sí, evidentemente el escritor checo que quiero fotografiar es aquél que tengo más cerca y que no se deja fotografiar: Kundera".