Fosa común de la Segunda Guerra Mundial reabre herida del pasado checo-alemán

Foto: ČTK

El hallazgo de una fosa común en la localidad de Dobronín, en la región de Jihlava, reabrió un doloroso capítulo del pasado checo-alemán. Se sospecha que los cadáveres son de un grupo de alemanes asesinados tras la Segunda Guerra Mundial.

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Un grupo de arqueólogos y policías dieron por terminadas las excavaciones en una fosa común descubierta a principios de semana en la localidad de Dobronín.

Las autoridades confirmaron el descubrimiento de restos mortales que podían ser de un grupo de alemanes asesinados por vecinos del lugar después de la Segunda Guerra Mundial.

Las excavaciones arrojaron cadáveres de al menos seis personas según informara el investigador Michal Laška.

Michal Laška  (a la izquierda),  foto: ČTK
“Podemos corroborar que en el lugar encontramos los restos de unos seis cadáveres. Además de huesos descubrimos ropa, residuos de zapatos de cuero y una pala”, dijo Laška.

Un equipo de investigadores trabajaba en la zona desde septiembre pasado, a partir de testimonios de alemanes desplazados y otros indicios que dieron pie a esperar encontrar los restos de los asesinados.

Un papel importante desempeñó la escritora alemana Herma Kennel, que en su libro ‘Bergerdorf’ relata como los habitantes de Dobronín asesinaron a unos 15 alemanes que estaban esperando su traslado a Alemania.

Miroslav Mareš,  foto: www.ct24.cz
Por su parte, el periodista Miroslav Mareš que se ha dedicado al tema desde hace varios años y entrevistó a familiares de las víctimas fue quien dio el impulso para el inicio de las excavaciones.

Tras conocer el número de cadáveres descubiertos, seis y no 15 como se esperaba Mareš dijo que en ningún momento pondría en duda la labor de la Policía y que ahora había que hacer todo lo posible para desvelar la identidad de las víctimas.

De acuerdo con las narraciones de algunos testigos, que han pedido anonimato, se trató del ajusticiamiento de alemanes por parte de un grupo de vecinos checos.

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Después de terminada la Segunda Guerra Mundial unos 500.000 alemanes fueron expulsados de Checoslovaquia. Algunas fuentes históricas indican que entonces se produjeron alrededor de 24.000 muertes en relación con las expulsiones, no sólo asesinatos, sino también muertes por enfermedad y otras muertes violentas.

Más de 62.000 desapariciones fueron comunicadas por familiares de alemanes, aunque muchos casos no han podido verificarse hasta la fecha.