Eurocopa 2012: ¡siniestro total!

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Sin fútbol ni ideas, sin rapidez ni ganas, la selección checa perdió en su debut en las eliminatorias a la Eurocopa 2012. Lo hizo en casa por 0-1 ante el modesto y desconocido equipo lituano y se complicó tremendamente su pase al campeonato europeo más importante.

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Siniestro total. Así califica la prensa checa la actuación de su otrora gloriosa selección en la clasificación a la Eurocopa 2012, que se puso cuesta arriba nada más comenzar.

El entrenador Michal Bílek ya se ve con un pie afuera, en un nuevo proceso que no pudo comenzar peor, tras el fracaso en las eliminatorias a Sudáfrica 2010, y el hincha de la calle se pregunta si no es necesaria una completa renovación, ya que los Milan Baroš, que desperdició un penal, regalo del árbitro israelí, los Martin Fenin, los Jaroslav Plašil y los Jan Polák, el peor de todos, no dan la talla, la mayoría nunca lo hizo, y no muestran la suficiente motivación para representar al país.

Tomáš Rosický,  foto: ČTK
Un equipo desestructurado, que no corre ni pelea por el balón, salvo excepciones, que no muestra ni chispa ni ganas, no puede clasificar a la Eurocopa 2012. Y en eso se resumió el fútbol de Chequia, que sucumbió ante un bonito gol de contragolpe anotado de cabeza por el pequeño Darvydas Šernas, el héroe lituano.

El rostro de la impotencia fue Tomáš Rosický. Nadie puede discutir su talento, pero se ve demasiado huérfano en un equipo sin delanteros de fuste. El volante del Arsenal pidió la pelota, la distribuyó bien, pero no tuvo un rematador digno que le hiciera compañía. Tras la sorpresiva derrota ante Lituania, Rosický enfrentó con dignidad a la prensa.

Milan Baroš,  foto: ČTK
“Esta derrota es una tremenda decepción, no podíamos haber empezado peor la calificación a la Eurocopa 2012. Nos complicamos terriblemente, pero el fútbol tiene estas cosas. Aún estamos a tiempo de enmendar el rumbo, este fue solo el primer partido y podemos mejorar, pero empezar así es una gran decepción”.

Milan Baroš, que mandó un lanzamiento penal a las manos del arquero lituano de nombre interminable (Žydrunas Karčemarskas) se aferró a lo típico: “El fútbol puede ser así de cruel, tuvimos muchas oportunidades de marcar y las desperdiciamos todas”.

Similar discurso esgrimió el seleccionador Michal Bílek, el hombre del rostro imperturbable.

Michal Bílek  (en el centro),  foto: ČTK
“Estoy muy apesadumbrado, no sé cómo explicar esta derrota. Queríamos la victoria y la merecimos en el terreno de juego, por la cantidad de oportunidades creadas y por el penal que desperdiciamos. Empezamos el partido bien, pero en el minuto 25 llegó el contragolpe y ese gol, contra el que no pudimos sobreponernos. Después del descanso ellos eligieron defender, así que fue un partido de una sola dirección, pero el gol no llegó”.

Para rematar la mala suerte de los checos, Escocia, el rival con el que probablemente disputará el segundo lugar del grupo I, detrás de la campeona europea y mundial, España, remontó un marcador adverso para vencer en Glasgow a Liechtenstein, en teoría la selección más débil del grupo y de toda la eliminatoria.

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Los escoceses iban perdiendo 0-1 y recién en el minuto 97, en la agonía extrema, pudieron marcar el definitivo 2-1. La prensa escocesa destaca que su selección se escapó, por segundos, de su peor resultado internacional. Los checos no pueden decir lo mismo.

La próxima fecha, a comienzos de octubre, enfrentará a escoceses y checos en Praga y a españoles y lituanos en Madrid.

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