Escándalo en ČEZ: la compañía da entrenamiento paramilitar a sus inspectores

Inspectores de la División de Pérdidas No Técnicas

Aprenden a disparar, a saltar en paracaídas, a neutralizar perros, a descolgarse por un puente. Incluso decapitan una gallina. Pero no son comandos ni terroristas, son inspectores de la compañía energética CEŽ. Todo eso aparece en unas imágenes hechas públicas este martes y que ponen a la empresa en una situación comprometida.

El vídeo, así como diversas fotografías, han salido a la luz pública de mano del abogado Jan Rytíř, que representa a toda una serie de clientes de ČEZ intervenidos por la llamada División de Pérdidas No Técnicas.

Jan Rytíř,  foto: ČTK
Se trata de los inspectores de ČEZ encargados de detectar y solucionar robos de corriente eléctrica. Rytíř les acusa de prácticas parapoliciales, de portar armas durante las operaciones, de brutalidad innecesaria a la hora de tratar con los intervenidos y, en un caso, incluso de inducción al suicidio.

ČEZ, por su parte, niega la actitud parapolicial de sus empleados y señala que la formación que reciben sus inspectores es la adecuada para la tarea que han de desempeñar, tal como argumenta el portavoz de la compañía Martin Pavlíček.

Inspectores de la División de Pérdidas No Técnicas
“Estamos totalmente convencidos, y tenemos documentado, que nuestros empleados a menudo se enfrentan a situaciones de agresión: les atacan con armas, les azuzan perros, alguna vez incluso les han disparado. Y gracias a esta formación, estas situaciones no acabaron en tragedia”.

Por el contrario, el Consejo Checo de Helsinki, una asociación para la defensa de los derechos humanos, considera las prácticas de ČEZ como punibles por ley y absolutamente injustificables, como comenta su presidente, Anna Šabatová.

Anna Šabatová
“Para encargarse de estos casos están las Fuerzas de Seguridad. Las personas que se enfrentan a estas situaciones deberían ir preparadas para otro tipo de intervención: autocontrol y trato educado con el cliente. Y si esto no funciona pues deberían retirarse y utilizar otros medios. Y esto lo debe hacer únicamente el Estado, no personas privadas”.

El vídeo de Rytíř, grabado en 2005 y 2006 muestra ante la opinión pública el entrenamiento paramilitar que reciben los inspectores de ČEZ, pero estas actividades ya eran conocidas por la Agrupación para la Defensa contra el Crimen Organizado de la República Checa, que se prepara para presentar el caso ante la Fiscalía. En su informe constan 32 empleados de ČEZ acusados de violación de domicilio y de presionar a usuarios sospechosos de fraude para que firmaran declaraciones de culpa.