“Es una pena que no se haya permitido construir el pulpo de Kaplický”
José Manuel Pérez Cascajares es un mexicano de 33 años que estudió en su país arquitectura. Después de trabajar un par de años en la Ciudad de México, llegó a Praga en 2005. El amor fue lo que le trajo a la República Checa, como a tantos otros latinoamericanos. Se quedó acá y por el momento no lo cambiaría por nada del mundo.
Hola, José Manuel.
Hola, ¿qué tal?
¿Cuánto tiempo llevas en Praga?
Tengo tres años viviendo acá.
¿Cuál fue la razón por la que decidiste venir?
Mujer. Una mujer me trajo por acá.
Así que, una historia de amor…
Así es.
¿Te acuerdas todavía de tus primeras emociones cuando llegaste a la República Checa?
Principalmente, recuerdo que tenía mucho frío porque llegué en el mes de diciembre y para mí este clima no era algo a lo que estuviera acostumbrado.
Después de estos tres años de vivir acá, ¿qué es lo que más te gusta de Praga y de la República Checa, en general?
Me gusta la tranquilidad y paz que hay dentro de la ciudad. A pesar de que es una ciudad que tiene movimiento, para mí, que vengo de la ciudad de México, sigue siendo una ciudad segura, pequeña y en la cual todavía se puede salir en la noche sin correr ningún riesgo. Y eso a mí me da mucha tranquilidad.
Tú eres arquitecto. ¿Qué edificio de Praga es el que más te gusta desde el punto de vista arquitectónico?
Es difícil escoger uno, sobre todo aquí en Praga, que tiene mucha historia. Me gusta que en Praga se estén aceptando edificios modernos. Un ejemplo de ellos es el ‘Edificio Danzante’, ‘Tančící dům’, donde se mezclan muy bien los materiales modernos con el matiz de las piedras y las fachadas antiguas.
¿Qué opinas del ‘pulpo’ de Jan Kaplický?
Fue un proyecto que me llamó mucho la atención. Como proyecto me gusta y es una pena que las autoridades hayan decidido no construirlo. Yo creo que no era un edifico que resaltara o que compitiera con el Castillo de Praga.¿Qué opinas de los checos? ¿Qué te parecen?
Bien, tengo buena experiencia con los checos. A los checos de edad, que vivieron el régimen comunista, les cuesta todavía un poco abrirse al mundo, obviamente, porque vivieron durante muchos años en el totalitarismo. Pero las nuevas generaciones fácilmente se abren al contacto con el exterior y tienen gusto por conocer más de las otras culturas.
¿Qué es lo que más extrañas de México?
Definitivamente, la comida.
¿Quiere decir que no te gusta la comida checa?
Sí me gusta, pero la siento reducida. México es un país que tiene una cultura culinaria de muchísimos años y son muchos los platos que hay. La comida checa me gusta, pero siento que está muy reducida, a cinco o siete platillos principales. Por eso extraño la comida mexicana y el picante, además.
¿Cuánto tiempo tienes previsto quedarte?
La verdad es que no lo sé. En este momento estoy muy contento aquí, tengo buenas amistades, tengo una relación y un trabajo aquí. Entonces, estoy contento y por el momento me pienso quedar, por lo menos, unos dos o tres años más. Ya después veremos.