Entrevista al senador Daniel Kroupa - I parte
Con este nuevo espacio, "Del Totalitarismo a la Democracia", Radio Praga trata de ofrecer un vistazo sobre lo que ha representado el proceso de transición en la República Checa. Este espacio está dedicado a todas las personas interesadas en conocer detalles sobre la transformación checa desde la dictadura comunista hasta la democracia, por lo que creemos que encontraremos muchos radioescuchas en Cuba, donde importantes sectores de la población se preparan también para un proceso de cambio pacífico en la Isla. En los estudios de Radio Praga conversamos con el senador y ex disidente checo, Daniel Kroupa.
Radio Praga conversó con el senador y ex disidente checo, Daniel Kroupa, uno de los protagonistas de la Revolución de Terciopelo que puso fin en 1989 al régimen totalitario en la entonces Checoslovaquia. En el programa de hoy, escucharán la primera parte de esta entrevista.
¿Cómo recuerda los años bajo la dictadura comunista y de qué manera compararía esa época con la actual?
"Estoy inmensamente feliz de que esa era quedó atrás, que vivo en una sociedad libre y que no debo temer a encontrarme con mis amigos y posteriormente ir a parar a la cárcel. Por otro lado, recuerdo aquella época con un poco de nostalgia: bajo el régimen totalitario vivíamos dentro de una comunidad mucho más hermética que la de hoy, nos encontrábamos con frecuencia con personas a las cuales siempre he respetado, teníamos más tiempo para nosotros y para dedicarnos a los estudios".
Desde su punto de vista, ¿Se puede hablar de que el proceso de transformación en la República Checa tuvo éxito?
"Durante el período de la Revolución de Terciopelo teníamos la osadía de pensar que rápidamente prepararíamos el terreno para el retorno de la libertad. A ninguno de nosotros se nos pasó por la mente que efectuaríamos tan rápido los cambios que nuestra república necesitaba. Y por eso no nos preparamos. Si tuviera que hacer un juicio (sobre este proceso) diría que conseguimos realizar 10 veces más de lo que nos proponíamos. Quiero decir que se trató de un éxito gigantesco. Aunque, por supuesto, para estar satisfechos con las condiciones en nuestro país - especialmente en la escena política - falta mucho. Pero así sucede siempre, son problemas propios de una sociedad democrática. Yo pienso que en general tuvimos éxito".
Se habla mucho del aporte que países como la República Checa pueden entregar a grupos opositores o demócratas de países que se encuentran bajo regímenes totalitarios, como es el caso de Cuba, entre otros. Al mismo tiempo se debate el papel que desempeñará el Gobierno checo en estos países el día que se restablezca la democracia. Pero, ¿de qué aporte estamos hablando?
"A nivel político nuestro país puede manifestar claramente su desacuerdo con el modelo que utiliza un gobierno dictatorial y por supuesto esa posición debería reflejarse en todos los términos que se desprenden de ello: económico, político, etc. Pero aún más importante es el comportamiento de los ciudadanos. Deben hacer lo más posible por tachar el comportamiento de un régimen totalitario, apoyar a la sociedad civil, etc., Deberían manifestarle a la gente de a pie, a los demócratas, disidentes, que están con ellos y están dispuestos para ayudar".¿Qué deberían evitar hacer los cubanos el día que sea restablecida la democracia, para no repetir los errores que cometieron algunos países de Europa Central y del Este?
"En primer lugar los cubanos no deben hacerse ilusiones de que el cambio político construirá el paraíso terrenal. Lo que les espera a los cubanos es una transición de un modo anormal de vida a un modo de vida democrático, que conlleva problemas, preocupaciones, crisis, conflictos, un tipo de sociedad a la cual no están acostumbrados. Por lo tanto, no deberían hacerse ilusiones sobre lo que les espera".
¿De qué manera deberían prepararse hoy en día los miembros de la oposición democrática en Cuba?
"Según mi opinión y mis experiencias personales, deberían aprovechar el tiempo antes de que llegue el cambio. Nosotros ese tiempo no logramos aprovecharlo de la mejor manera. Eso quiere decir, entre otros, determinar ya quién ocupará los cargos políticos en el nuevo gobierno democrático. Los disidentes checos que asumieron el poder eran un puñado, y finalmente en muchas esferas debieron confiar en algunos de los anteriores dirigentes comunistas. Muchos ya tenían ocupados ministerios o cargos importantes y se creían irremplazables. Y ello ocasionó mucha decepción y amargura. Por eso pienso que los disidentes cubanos deberían diseñar una suerte de base de datos - aunque no sea en el papel y deba quedar en sus mentes - de personas con las cuales van a conducir el proceso de transformación.De sus palabras se desprende que habrá muchas frustraciones.
"Deberían estar preparados para la gran decepción de sus vidas. Tras la llegada de la libertad se darán cuenta quienes realmente colaboraban con la policía secreta y quienes no. Lo mismo nos ocurrió a nosotros. Muchos de nuestros amigos y conocidos habían sido reclutados por la inteligencia y convencidos de que nos debían espiar y perjudicar. Ese será otro de los grandes golpes que recibirán muchos disidentes cubanos tras los cambios. Con frecuencia los agentes no son aquellos que creemos que son, a veces resultan ser tus mejores amigos y tus más cercanos colaboradores".
Este es un tema muy sensible precisamente entre la oposición cubana, que se plantea la interrogante de si estas personas deben ser integradas o excluidas de la sociedad. ¿Cómo lo ve Ud.?
"Yo opino que, tras los cambios, ningún agente debería ser integrado a las actividades por la renovación del país. Ello no quiere decir que estas personas deban ser castigadas de una manera masiva. No. Se trata más bien de eliminarlos en la mayor medida posible de la nueva realidad, alejarlos de aquellas personas que trabajan por el bienestar del régimen democrático, los cuales experimentarán frustración si miembros de las viejas estructuras asumen cargos de importancia. Hasta el día de hoy existe un enorme grupo de personas en la República Checa que afirman que la Revolución de Terciopelo no existió y que más bien viejos comunistas fueron reemplazados por nuevos camaradas. Y son capaces de encontrar miles de pruebas de ello, pienso que es una lástima".
No se pierda la semana entrante la segunda parte de esta entrevista.