En la Granja de Dlask pueden viajar en el tiempo
Rituales, tradiciones y costumbres campesinas de antaño es lo que pueden conocer en la Granja de Dlask (Dlaskův statek), una joya de la arquitectura popular situada en la localidad de Dolánky, en el Paraíso Checo
Vladimíra Jakouběová, directora del Museo del Paraíso Checo, bajo cuya administración recae esta joya de madera, destaca su excepcionalidad y la importancia histórica que ha guardado durante más de tres siglos.
“La Granja de Dlask representa una de las muestras más bellas de la arquitectura popular típica de la región de Pojizeří. Es un caserío de dos pisos, una galería exterior, una cubierta a dos aguas y un hastial hermosamente decorado. Es una obra arquitectónica conocida entre los folcloristas desde finales del siglo XIX gracias a Jan Prousek, quien la presentó como modelo de un chalet típico checo en la célebre Exposición Terráquea en Praga en 1891. Cinco años después, la granja sirvió de modelo para construir un caserío típico de Pojizeří en el marco de la Exposición Folclórica de Praga. Así que es una obra conocida entre los artistas y diseñadores”.
Un granjero ilustrado
Como insinúa su nombre, la granja ha formado durante muchos años parte de la propiedad de la familia de los Dlask. El propietario que dejó la mayor huella en la región de Pojizeří fue Josef Dlask. Vladimíra Jakouběová cuenta sus méritos.“Era un personaje excepcional. Era un granjero erudito, algo que no era habitual en su época. También entabló amistad con los aristócratas del cercano palacio Hrubý Rohozec. En aquel entonces no eran corrientes las relaciones cercanas entre la nobleza y los granjeros. Josef Dlask no era solamente un buen granjero, sino también fundador de una escuela en la localidad de Dolánky. Allí construyó asimismo un puente para que la gente no tuviera que dar una vuelta larga para ir a misa. Otro de sus oficios era corregidor local”.
Josef Dlask administraba su finca de una forma eficaz y próspera. Sus experiencias y consejos los compartía de buen grado también con sus vecinos, afirma Jakouběová.“Dlask no paraba de adquirir nuevos conocimientos. Viajaba a Praga para conseguir literatura y revistas dedicadas a su oficio y difundía esta enseñanza entre las personas que no tenían las mismas posibilidades que él”.
Un museo campestre
Desde 1967, la Granja de Dlask forma parte del Departamento Etnográfico del Museo del Paraíso Checo de Turnov. En la actualidad, esta joya arquitectónica alberga una exposición permanente dedicada a los interiores de caseríos populares y a la producción casera de la época. Por su parte, la exhibición 'Año de un Granjero' indaga en la agricultura, los rituales y las costumbres vinculadas con la vida en la granja a lo largo del año. Otra muestra titulada 'Nacimiento, Boda, Muerte', da a conocer el ciclo de la vida de los campesinos, con sus respectivos rituales familiares, las alegrías y las tristezas vinculadas con la adolescencia y la vejez. La próxima exposición cuyos preparativos se encuentran en plena marcha se titula 'Telar, Torno de Hilar, Aguja' y explorará el tema de la fabricación de telas, un oficio típico de la región, aproxima Jakouběová.
“Queremos acercar al público la forma de fabricación de telas. En las memorias de Dlask queda documentado que se hallaban aquí remojos para lino, así que vamos a explicar cómo se elaboraba este cultivo, así como el cáñamo. Mostraremos también telas hechas de ortigas y enseñaremos cómo se tejían lienzos, cómo se bordaba, y también mostraremos las técnicas anteriores del telar, además de otras telas y productos textiles”.Festejos para el público
Varias veces al año, el patio de la granja se viste de festivo, especialmente durante los carnavales o la Semana Santa. Nosotros visitamos la granja durante el carnaval. La directora aproxima sus orígenes.
“Los carnavales se empezaron a celebrar en el campo relativamente tarde. Al principio se celebraban entre la aristocracia y al campo llegaron bastante más tarde, a finales del siglo XIX”.
Desde 1998, la Granja de Dlask alberga unos grandes festejos de carnaval que reúnen las figuras que simbolizan la época de transición del invierno a la primavera con sus respectivas anécdotas, prosigue Vladimíra Jakouběová.
“Algunas máscaras representan una próspera cosecha de cereales. Por su parte, la figura del Carnaval es originaria de la Edad Antigua y representa todos los vicios vinculados con el carnaval, como por ejemplo, la glotonería y la embriaguez. Esta figura destaca habitualmente por su cadena hecha de salchichas. Su oposición es el Ayuno con quien discute y se reprochan su manera de vivir. Entre otras figuras está el Judío, quien roba la carne ahumada de la chimenea, los gitanos o el Oso y su Amo, quienes garantizaban a las mujeres la fertilidad. La que se revolcara con el oso en la nieve, tenía garantizado el embarazo”.En varias regiones checas, las figuras se dividen generalmente en rojas y negras, es decir, buenas y malas respectivamente. El objetivo es mostrar que las personas no son solamente buenas, sino que tienen también muchos vicios. Sobre todo la glotonería siempre ha estado presente en los carnavales, afirma la directora.
“En los carnavales se hace tradicionalmente la matanza de cerdo y de otros animales que recorrían los patios. Se suele preparar gulash de matanza, longanizas, morcilla, sopa de sangre de cerdo con granos, y también dulces como buñuelos y las Gracias de Dios, que son trozos de masa frita envueltos en canela. Generalmente se preparaban dulces de masa frita porque en esta época había suficiente manteca”.El programa cultural de Dlaskův Statek para el año 2020 invita a visitar el 11 de abril los festejos de la Semana Santa con música, talleres artesanales y un mercado. Entre el 10 y 13 de junio, los visitantes podrán admirar los artefactos exhibidos en el 'Simposio de Tallistas', mientras que el 26 de septiembre podrán festejar al patrono checo San Venceslao.