En el palacio de Chropyne se oculta el legendario "Rey de Cebada"

El palacio de Chropyne

En esta ocasión visitaremos el palacio renacentista de Chropyne, vinculado estrechamente con el legendario "Rey de Cebada". Para ello debemos trasladarnos a Moravia, al este de la República Checa, a la zona llamada Haná.

El palacio de Chropyne
Esta se caracteriza por amplias llanuras, extensos campos fértiles, un sinnúmero de estanques y frondosos bosques. Como aclara la etnógrafa Vladislava Belíková, del Museo de Kromeríz, la zona de Haná tiene también otras características peculiares.

"La zona de Haná, que se extiende al este de la ciudad de Brno, marcando sus fronteras naturales las ciudades de Olomouc, Vyskov y Kromeríz, es un territorio muy específico también desde el punto de vista etnográfico. Se caracteriza tanto por su arquitectura popular, en la que predominan construcciones muy simples, aunque frecuentemente decoradas con pinturas de ornamentos multicolores, como por su dialecto y las vestimentas tradicionales. Estas son ricamente bordadas y, especialmente los trajes de las mujeres, tienen muchos encajes, en varias capas".

La música popular de Haná es muy bonita, lo que pudimos comprobar durante nuestra visita al lugar. Nos impresionó el gran número de conjuntos folclóricos locales y, más aún, el que este tipo de música sea interpretado también por muchos grupos infantiles.

Partiendo de Praga, se llega a la ciudad de Chropyne en unas 3 horas en automóvil. La localidad, con unos 5 400 habitantes, es bastante pequeña, pero tiene su encanto.

Chropyne,  foto: Google Maps
"La historia de Chropyne se remonta a más allá del siglo X. Según los historiadores, en el siglo X había en el lugar un fortín, habitado por los gobernadores de la región", señala Helena Sadyková, nuestra guía por la ciudad.

En las cercanías del fortín fue creciendo pronto un poblado. La zona, rica entonces en estanques, prados y bosques, aseguraba a la gente una buena vida durante los siglos posteriores, aunque, según cuenta la señora Sadyková, no siempre fue así, como lo afirma una hermosa leyenda local sobre el "Rey de Cebada", Král Jecmínek, en checo.

"A mediados del siglo XVI gobernaba la zona el príncipe Václav z Ludanic. Su esposa era muy hermosa y bondadosa y el pueblo la adoraba. El príncipe fue ampliando su poderío y cuanto más éste crecía, tanto peor se comportaba el príncipe con sus vasallos. Incrementaba los impuestos, obligaba a la gente a trabajar sin descanso y la remuneración era casi nula. La esposa de Václav, que sufría por esa injusticia, se puso a defender a los vasallos. Su esposo se enfureció y la expulsó del fortín. La pobre, que pronto debía dar a luz a su primer hijo, corrió desesperada hasta no poder más y entonces buscó refugio en un campo de cebada. Su hijo nació en ese campo y cuando los campesinos los encontraron, le pusieron al niño inmediatamente el nombre de "Rey de Cebada", confiando en que, al crecer, los defendería del mal. Y así fue, efectivamente. El padre del "Rey de Cebada" quedó abandonado por todos y acabó su triste vida lanzándose a un pozo de agua frente a su fortín. El "Rey de Cebada" fue creciendo, ayudaba a toda la gente necesitada y sigue ayudando hasta hoy".

Helena Sadyková indica que en 1997, cuando Moravia fue azotada por fuertes inundaciones, el "Rey de Cebada" vino en ayuda a los habitantes de Chropyne. La ciudad se asemejaba a una isla, estando rodeada de agua. Y, como por milagro, no alcanzó a ser inundada. "Seguramente fue gracias al "Rey de Cebada", insiste la señora Sadyková.

Sea como fuere, lo cierto es que a lo largo de su historia Chropyne siempre ha logrado hacer frente a todos los enemigos. En el siglo XVII adquirió el fortín el cardenal Frantisek de Ditrichstein, quien lo mandó reconstruir como palacio, según señala la señora Sadyková.

"Transformó el fortín en un palacio de caza, entregándolo pronto al obispado de Olomouc. El palacio fue varias veces sometido a retoques y su aspecto actual, de estilo renacentista, data de comienzos del siglo XVIII. Se puede decir que la arquitectura del palacio es muy simple y lo que más atrae a los visitantes son sus interiores, al igual que los alrededores de la obra. El palacio fue habitado hasta principios del siglo XX. Actualmente es un museo".

En los interiores del palacio de Chropyne es posible visitar varias salas que documentan la historia de la zona y de los tradicionales oficios locales en la agricultura y en la piscicultura. También hay muestras que documentan el folklore local y las típicas vestimentas de la región.

En la Sala de los Caballeros, a su vez, hay una gran colección de armas del siglo XVII, una de las más grandes de su género en la República Checa. Y, naturalmente, el palacio cuenta con un Salón del Rey de Cebada. Su techo es de madera, en la sala hay una estufa de mayólica que data del siglo XVII y también una gran mesa redonda.

Nuestra guía, Helena Sadyková, nos reveló que dentro de esa mesa es donde se oculta el "Rey de Cebada", saliendo sólo cuando se le necesita o, de vez en cuando, en la noche, cuando en el palacio hay tranquilidad. La señora Sadyková nos dijo también que el "Rey de Cebada" tiene siempre preparado sobre la mesa sus cubiertos, pero la verdad es que nos costó bastante descubrirlo.

Esto se debe a que tales cubiertos, en realidad, son unas incrustaciones en forma de tenedor, cuchillo y cuchara, hechas como decoración en la tabla de la mesa. La señora Sadyková sostuvo que los más ágiles en descubrir el cubierto del "Rey de Cebada" suelen ser los niños, debido a que su fantasía no tiene límites.

En el segundo piso del palacio de Chropyne está instalada una hermosa colección de Emil Filla, renombrado pintor checo de comienzos del siglo XX, seguidor de Pablo Picasso.

"Emil Filla es nuestro segundo famoso compatriota, después del Rey de Cebada", señaló Helena Sadyková. Nació en la familia de un funcionario de ferrocarriles en Chropyne, pero vivió aquí muy poco tiempo, pues su familia se trasladó pronto a Brno y más tarde a Praga. A Emil Filla le solían decir el "Picasso checo", ya que el estilo cubista se refleja en gran parte de su obra. Pero Filla se servía en su pintura también de otros estilos y técnicas como, por ejemplo, el impresionismo y el realismo. A su ciudad natal Filla le regaló dos cuadros que, junto con otras obras suyas, se exponen actualmente en el palacio de Chropyne".

Festividades Folklóricas de Haná,  foto: Páginas oficiales de la ciudad de Chropyně
La ciudad es conocida también por las Festividades Folklóricas de Haná, que se celebran allí una vez cada dos años, en el mes de mayo. La tradición data del año 1985 y tiene una gran acogida tanto entre los habitantes de la zona como entre los visitantes de otros lugares de la República Checa y del extranjero, señaló la etnógrafa Vladislava Belíková, del Museo de Kromeríz, una de las organizadoras del evento..

Festividades Folklóricas de Haná,  foto: Páginas oficiales de la ciudad de Chropyně
"Las Festividades Folklóricas de Haná son un festival de arte popular de la región y se organizan en varias ciudades de la zona. La fiesta de Chropyne tiene características especiales por estar acompañada de la cabalgata del "Rey de Cebada". Este aparece acompañado de sus fieles montando un caballo y promete a los habitantes locales seguir protegiéndoles. Es una fiesta muy bonita en la que también es posible conocer los antiguos oficios tradicionales de la zona. Las mujeres enseñan cómo hacer encaje de bolillo, así como las técnicas de pintura sobre huevos, vinculadas con la Pascua Florida. También es posible observar el trabajo de los alfareros y, naturalmente, escuchar música folklórica".

El palacio de Chropyne,  foto: Bjalek Michal,  CC BY-SA 3.0 Unported
Nuestra guía, Helena Sadyková, nos contó que Chropyne posee fuentes de aguas curativas y que hasta hace poco había en la ciudad un centro termal. No obstante, éste fue destruido durante las inundaciones de 1997 y hasta el presente no ha sido reconstruido. Independientemente de ello, el agua termal está a disposición de los turistas.

Cerca del palacio hay también un gran estanque, al que los visitantes pueden encaminarse en busca de la tranquilidad absoluta, tras haber recorrido la ciudad y el palacio de Chropyne.

"!Les esperamos, serán todos bienvenidos!". Con mucho gusto transmitimos esta invitación de la señora Helena Sadyková para visitar la ciudad morava de Chropyne, al este de la República Checa.

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