En el balneario de Mšeno se ha detenido el tiempo
En una reserva natural al norte de Praga se encuentra el balneario de Mšeno, cuyo ambiente de la Primera República y estilo art decó de los años 30 se han conservado hasta estos días.
Desde dos fuentes enfrente del edificio principal del balneario de Mšeno fluye agua fría y cristalina por una amplia escalera hacia la piscina principal. Los lejanos chillidos de los niños se mezclan con el murmullo de los altos pinos que ofrecen sombra a los visitantes en los días calurosos.
En el balneario de Mšeno, el tiempo se detuvo en el año 1932. Las terrazas, baños e incluso carteles en las paredes del edificio son originales, como describió para Radio Praga el administrador del recinto, Zdeněk Koudelka.“El balneario se inauguró el 19 de junio de 1932. La construcción tomó bastante tiempo, ya que en el mismo momento se elaboraba un plan arquitectónico para construir un sistema de suministro de agua para los habitantes de Mšeno. Solo cuando se construyó el alcantarillado, comenzó a edificarse el balneario, donde las personas tenían la oportunidad de ducharse, bañarse, y de disfrutar de los días veraniegos”.
Los alrededores del balneario son verdaderamente pintorescos. La piscina se encuentra en el corazón de un valle boscoso, rodeado por rocas de arenisca y árboles que proporcionan una sombra agradable.
El estilo art decó del edificio principal, donde se encuentran dos salas, un restaurante, varias duchas y cabinas, deja a los visitantes pasmados, como afirma el señor Petr de la ciudad de Brno.“El lugar me encanta. El edificio es hermoso, recuerda a la Primera República. Hay tranquilidad, un ambiente genial, también el personal es amable, todo muy relajado”.
También la señora Dana admira el estilo de esta joya arquitectónica que tiene elementos de cubismo y de art nouveau.“Me gusta cada vez más y estoy absolutamente encantada de que los conservacionistas mantengan el aspecto de 1932, es maravilloso. El balneario de Mšeno siempre aparece en las listas de los mejores balnearios de Chequia. Yo tengo una casa de verano aquí, así que mis amigos siempre me llaman y dicen: mira, ¡tu casa está en el periódico!”
Un lugar para refrescarse
La idea de construir un balneario en Mšeno surgió a finales de los años 20. La ciudad y sus alrededores eran un popular destino turístico, pero no había ningún lugar para refrescarse.
Dos meses después de su apertura, el recinto registró unos 10 000 visitantes. Su popularidad creció gracias a la organización de competiciones de nadadores y festividades nocturnas.
Poco después se abrió un restaurante en el edificio, y en los años 30 el balneario empezó a funcionar como un lugar para actividades sociales. Había música en vivo, bailes regulares, y la gente se juntaba para merendar por la tarde.Además de fines recreativos, el balneario servía para la higiene. En el momento de su construcción, el pueblo todavía no tenía un sistema de alcantarillado, y solo los más ricos podían ducharse. Los que no tenían agua en casa podían ducharse en el balneario por unas seis coronas (0.002 euros) o nadar en la piscina por dos coronas. Hoy la entrada al complejo cuesta tres euros.
Quizás lo único que impide a algunos visitantes bañarse en el agua es su temperatura, como dice la señora Dana.
“El agua siempre ha estado fría. Alcanza unos 24-25°C como máximo. Uno tiene que ser un poco valiente para bañarse”.
A pesar del agua fría, no obstante, en la temporada alta vienen unas 1200-1500 personas al día, como añadió Zdeněk Koudelka, administrador del recinto.
“En el pasado la fuente del agua era natural, pero ahora debido a la reglas higiénicas tenemos que controlar su calidad, por eso usamos agua de grifo. Cuando hace 30°C o más afuera, el agua se calienta, pero si llenamos la piscina, la temperatura baja a unos 20°C. Cuando hace calor, la temperatura sube a 25-27°C, lo que es similar al agua del mar”.
En la piscina de 50 metros de largo se encontraba antes un enorme tobogán de madera con una escalera de caracol. Sin embargo, este fue quitado pocos años después de que la piscina se abriera y de él quedan solo fotografías históricas.
La atracción del balneario son dos fuentes rondocubistas de ladrillo escalonado, desde las cuales el agua fluye directamente hacia la piscina. Solía haber playas de arena en el lugar, pero ahora el área está cubierta de pasto.
El balneario de Mšeno atrae también a cineastas, por ejemplo, en 1995 se filmó aquí la película Verano indio (Indiánské léto) del director Saša Gedeon. En 2003 el recinto fue proclamado monumento cultural.
El balneario de Mšeno se encuentra en la región de Bohemia Central, a unos 20 kilómetros de la ciudad de Mělník. El horario de apertura es de julio a agosto de 10:00 a 19:00.