El reportaje que sacudió la política checa

Están rodando cabezas. Cuatro altos cargos de tres partidos políticos con representación parlamentaria han presentado esta semana su dimisión. La causa: el escándalo creado por el reportaje de investigación ‘Dinero a Cambio de Leyes’.

¿Qué estaría dispuesto a hacer un partido a cambio de 40.000 euros? Como mínimo, a cambiar la legislación para favorecer intereses privados, como demuestra el reportaje de investigación publicado por el periódico checo Mladá Fronta Dnes.

Un periodista del diario se hizo pasar por el propietario de una cadena de casinos y contactó con los principales partidos políticos para hacer lobbing a favor de su negocio. Ofrecía 40.000 euros por legislar a favor de las casas de juego, con la condición de no aparecer en la lista de donantes.

Jiří Dolejš,  foto: ČTK
Según revelan las grabaciones, la formación más dispuesta a dejarse corromper fue el Partido Comunista. Sus dos vicepresidentes, Jiří Dolejš y Čeněk Milota aceptaron la propuesta con naturalidad y se ofrecieron a camuflar el soborno en forma de inserción publicitaria en la revista del partido.

Ambos renunciaron este martes a su cargo. Dolejš, sin embargo, no cree que esta dimisión pueda tomarse como un reconocimiento de culpa.

“Lo hice porque el presidente del partido y el Consejo Ejecutivo lo consideraban la mejor solución. Y también porque me prometieron que me respaldarían en mi lucha judicial para defender mi integridad. En otras palabras, que el Partido Comunista demandará al periódico por la publicación de ese artículo. Creo firmemente que no infringí la ley”, declaró.

Poco antes había presentado su dimisión el diputado de TOP 09 Ladislav Šustr, que al igual que los comunistas aceptó los 40.000 euros a cambio de votar en el Parlamento a favor de los casinos.

La cuarta dimisión provocada por el reportaje es la del secretario del Partido Democristiano, Jiří Stodůlka, quien no aceptó el soborno solo porque el presidente de la formación, Cyril Svoboda, se negó en redondo.

Socialdemócratas y cívico-democráticos, en cambio, mantuvieron siempre con el falso lobbista una actitud distante y finalmente rechazaron la oferta. El partido mejor parado es sin duda el de los Verdes. El periodista de incógnito fue invitado a marcharse a los veinte minutos de iniciada la conversación.