Termina el período de inestabilidad política en la República Checa
El Gobierno obtuvo el pasado viernes finalmente el voto de confianza. Mientras que los políticos de la coalición gubernamental se mostraron satisfechos con el resultado, la oposición sostiene que el nuskokevo Gabinete surgió con base en la traición y la corrupción.
De esta forma, tras casi ocho meses después de las elecciones parlamentarias, la República Checa tiene un Gobierno encabezado por el nuevo primer ministro, Mirek Topolánek, jefe del partido Cívico Democrático.
"No siento una sensación emotiva en especial, me alegro que por fin tengamos un Gobierno que haya conseguido el voto de confianza", dijo Topolánek.
Con esas palabras lacónicas comentó Topolánek las deliberaciones del pasado viernes. Asimismo, sus socios de la coalición, el jefe del democristiano Partido Popular, Jirí Cunek, y el líder del Partido de los Verdes, Martin Bursík, aplaudieron el hecho de que haya terminado el período de inestabilidad política.
Por su parte, el jefe del opositor Partido Socialdemócrata, Jirí Paroubek, no ocultaba su desengaño una vez terminada la votación."Es un Gobierno que se basa en la traición, la corrupción política y la extorsión", afirmó Paroubek.
El líder de los comunistas, Vojtech Filip, opinó que el Gobierno tiene un programa controvertido y será flojo, ya que la coalición no tiene una mayoría en la Cámara Baja y tendrá que fiarse de los tránsfugas.
Melcák y Pohanka apoyaron al nuevo Gabinete, pero no se comprometieron a respaldar el programa electoral de la coalición gubernamental. De esa forma, la correlación entre la derecha y la izquierda en la Cámara Baja sigue estando empatada, o sea que ambas partes disponen de cien votos.
Los jefes de la coalición gubernamental expresaron que si no logran imponer las reformas en el sector de las finanzas públicas, la salud y la educación, entre otros, se esforzarán por convocar a elecciones anticipadas.