El palacio de Chvaly: un rincón poco conocido de Praga
Al noreste de Praga, casi abandonando la ciudad, nos encontramos con el barrio de Chvaly. Este lugar, documentado ya hace unos 1000 años, es desconocido incluso para muchos praguenses.
En la Edad Media y hasta hace pocas décadas, Chvaly era un poblado independiente de la capital checa. Pero desde 1974 pertenece a Praga como parte del distrito de Horní Počernice.
Sin duda, la construcción más interesante del lugar es un palacio que, a simple vista, podría pasar incluso desapercibido, y que hoy en día alberga en su interior un museo y organiza un gran número de actividades.
El palacio de Chvaly era originalmente una fortaleza. El recinto está compuesto por el edificio de la antigua fortaleza, la iglesia de santa Ludmila anexa a él y un jardín que rodea dicho conjunto.
La directora del palacio, Růžena Beránková, concedió una entrevista a Radio Praga Internacional donde nos explicó algunos detalles sobre el pasado y el presente de este punto de la ciudad tan poco conocido.
Aunque en realidad esta área ha estado habitada desde hace miles de años, las primeras referencias escritas que encontramos datan de los siglos XI y XII, donde Chvaly se menciona como parte del Capítulo de Vyšehrad, dice Beránková.
“Esta parte de Horní Počernice se llama Chvaly y los primeros registros de este municipio proceden del siglo XI en relación con el Capítulo de Vyšehrad. Pero los primeros escritos que mencionan el palacio son de la primera mitad del siglo XV, donde aparece como la fortaleza de Chvaly en un testamento relacionado con unos ciudadanos adinerados de Praga”.
La fortaleza original sufrió un incendio que llevó a una reconstrucción en el siglo XVIII, donde el palacio adoptó su aspecto actual. No obstante, sin dejar de lado algunas de sus huellas renacentistas.
En ese mismo siglo se levantó tal y como la vemos ahora la iglesia de santa Ludmila, que se encuentra junto al palacio, ya que la capilla original también fue dañada durante el incendio, explica Růžena Beránková.
“La iglesia pertenecía originalmente al palacio. En ese mismo lugar ya había una pequeña capilla, la capilla de santa Ana. Y más tarde, a finales del siglo XVIII, se le añadió una nave”.
El aspecto del recinto hoy en día es mucho más atractivo que a comienzos de los 90, ya que años de dejadez provocaron que el estado del edificio se deteriorase. Tras años de remodelación, el palacio se abrió al público en 2008.
Después de su apertura, el palacio de Chvaly se convirtió en un referente cultural para los habitantes de este distrito en las afueras de Praga. Pero con el paso del tiempo, acabó recibiendo visitantes de todas partes de la República Checa, según cuenta la directora Beránková.
“Desde hace más de diez años, el palacio se abre todo el año al público y sirve como punto de encuentro cultural para la gente de Horní Počernice, pero también para visitantes de Praga e incluso de toda la República Checa, lo que nos alegra mucho. Funcionamos como galería y nos enfocamos en las familias con niños. Ofrecemos exposiciones interactivas para estas familias, para guarderías y para escuelas. Somos el primer contacto con la cultura para estos niños e intentamos mostrársela de una forma más cercana”.
Junto a otras organizaciones locales, el palacio de Chvaly organiza asimismo eventos que atraen una gran cantidad de público, afirma Růžena Beránková.
“A lo largo del año organizamos diferentes eventos culturales abiertos a todo el público. Aquí en Horní Počernice funcionan muy bien distintas agrupaciones de ciudadanos, y en conjunto con ellas organizamos eventos como, por ejemplo, Lucecitas de Počernice. Es una actividad nocturna anual donde la gente trae lámparas y pequeñas luces y hacemos una procesión por el barrio con distintas paradas para los niños donde se narran cuentos tradicionales checos. Este evento gusta tanto que llegamos a reunir a 2000 personas”.
En fechas señaladas del año también se implican en celebraciones similares. Por ejemplo, en Navidad se arma un belén en el interior del palacio y durante la época de los carnavales se hace el tradicional masopust checo.
Las exposiciones que pueden visitarse en el palacio de Chvaly se hacen con la intención de que los niños interactúen con todo lo que ven y se sientan parte de las actividades. Con este propósito, el año pasado esta institución comenzó a organizar un juego que ha tenido una gran acogida, de acuerdo con la directora Beránková.
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“El año pasado iniciamos una nueva actividad para familias con niños basada en un juego de investigación. Ofrecemos al público una visita especial por el palacio. Pueden caminar solos, y a partir de algunos datos históricos relacionados con la historia del palacio, tienen que investigar y buscar unas pistas que nosotros hemos dejado. Tiene mucha popularidad”.
Růžena Beránková destaca que una de las grandes ventajas del palacio de Chvaly es que durante su remodelación se le añadió calefacción, lo que unido a que es relativamente pequeño permiten visitar el lugar en cualquier momento del año. Su amplia disponibilidad y su oferta cultural para los más pequeños hacen del barrio de Chvaly un punto de la capital checa muy interesante para las familias con hijos que quieran descubrir nuevas partes de Praga.
La exposición actual está centrada en la figura del genio italiano Leonardo da Vinci, e incluye numerosos juegos y actividades creativas donde es posible interactuar. Sin embargo, la directora lamenta que durante estas semanas no sea accesible debido al coronavirus. Y añade que aunque oficialmente iba a terminar en noviembre, se ampliaráhasta el 10 de enero para compensar estos días de cierre.
Y para los amantes del fútbol, este 2020 se cumple un centenario futbolístico en el distrito de Horní Počernice, ya que en 1920 se fundó el SC Xaverov Horní Počernice. Para celebrar este aniversario, el palacio Chvaly dedica también una exposición a repasar la historia de este club, que llegó a militar en la segunda máxima división del fútbol checo.
