El mejor año de la historia…
En su discurso de Año Nuevo, el presidente Václav Klaus habló de la identidad nacional, de la importancia de la familia y de la política energética del país.
La convicción de Klaus no es compartida por la oposición. Por ejemplo, Jiří Paroubek, presidente del opositor Partido Socialdemócrata, considera que se trata de mero oportunismo de Klaus antes de las elecciones.
“Parece que el señor presidente no es capaz de entrar en un diálogo abierto con la sociedad, como si antes de las elecciones presidenciales tuviera miedo de expresar claramente sus opiniones, porque sabe que en el público causan mucha polémica. Me parece que Václav Klaus, junto con el Partido Cívico Democrático, del que es presidente honorífico, son obvios obstáculos en el futuro desarrollo del país”, sostuvo Paroubek.
Según la oposición, el discurso de Klaus fue vacuo y desequilibrado. El presidente del Partido Comunista, Vojtěch Filip, rechazó que los checos vivan la mejor época de su historia, ya que el aumento de precios en 2008 será el mayor en los últimos veinte años. Según el Partido de los Verdes, en el discurso del presidente faltó una visión clara del futuro desarrollo del país.
A pesar de los pronósticos positivos del presidente y a la vez candidato a la reelección, la nación checa despertó el primero de enero con un aumento de precios en la canasta básica, la energía, el combustible y la atención médica.
Los primeros que experimentaron en carne propia la reforma fueron los pacientes que el primer día buscaron atención médica y se vieron obligados a pagar 30 coronas, algo más de un euro por consulta y una suma igual por cada receta médica.
“No queda otro remedio. Si uno necesita atención médica, pagará cualquier suma”, dijo un paciente.
“Por la salud hay que pagar. Lo considero correcto porque de ella deriva la calidad de vida. ¿Para qué sirve el dinero si uno está enfermo de gravedad?”, opinó otro ciudadano.
“Pagué 30 coronas por una mera consulta médica. Lo considero injusto e inhumano”, señaló un habitante de Praga.
La reforma económica afectó negativamente también a los padres de los niños que nacieron en los primeros instantes del nuevo año.
El Estado estima que ahorrará de esta manera más de 300 millones de euros. El paquete de medidas que entró en vigor el Año Nuevo pretende frenar asimismo el abuso de subsidios por enfermedad. Así, los ciudadanos checos no recibirán por los primeros tres días de enfermedad dinero alguno. En días próximos les corresponderá el 60 por ciento del sueldo, en vez de los 69 por ciento anterior.
Los fumadores seguirán tomándonos el pelo todo el año. Seguirán fumando mientras comemos y seguirán fumando bajo nuestras narices en las paradas de autobuses.
Los diputados no han sido capaces de aprobar la tan cacareada ley contra el tabaquismo que de manera efectiva ponga en raya a los fumadores irrespetuosos.
Si bien es cierto que la directriz aprobada prohíbe que se fume en lugares públicos y en paradas de transporte urbano, no hay quién lo controle. Y los diputados siguen dándole largas al asunto.
La Cámara Baja, consciente de que las leyes antitabaco checas siguen siendo permisivas, trabaja en una enmienda desde abril de 2007.
El autor de la enmienda, Boris Šťastný, del Partido Cívico Democrático, argumenta que cada fumador tiene la libertad de perjudicar su propia salud.
No obstante, no debería tener el derecho de amenazar la salud de otras personas y, sobre todo, de menores de edad. Para este fin propone aislar en los restaurantes a los fumadores, en una sala especial, para que no contaminen a los que no fuman.
Los expertos aseguran que la normativa podría entrar en vigor recién en enero de 2009, porque los propietarios tienen que disponer de tiempo suficiente para acomodar debidamente los espacios en sus bares y restaurantes para separar a los fumadores de los no fumadores.Algunos ciudadanos expresaron en Radio Praga su opinión al respecto.
“Estoy de acuerdo con todo tipo de prohibiciones vinculadas con este vicio. Se trata de algo muy molestoso, sobre todo cuando uno come”.
“Soy un fumador fuerte. No obstante, comprendo las reservas de los demás y estaría de acuerdo con la separación de los fumadores”.
“No fumo y me molestan los restaurantes llenos de humo, tanto más que después de salir huele toda mi ropa a tabaco”.
“Me parece que las empresas tabacaleras ejercen fuertes presiones para obstaculizar las prohibiciones. Sin embargo, opino que la República Checa debería sumarse por fin al resto de Europa que persigue el tabaquismo”.
La postura benévola de las autoridades checas frente al tabaquismo es criticada por la Unión Europea.