El malbec revoluciona Praga
Anticipadamente se celebró el Día Mundial del Malbec en la capital checa. Si bien la fiesta internacional será el próximo 17 de abril, por motivos de agenda, la Embajada argentina en Praga eligió este miércoles 4 de abril, con una degustación masiva en el Palacio Kinský, en plena Plaza de la Ciudad Vieja.
Pues bien, la fiesta del malbec se celebró por adelantado en Praga y en ella participaron todos los importadores y distribuidores checos, más algunos empresarios vitivinícolas venidos del extranjero, como Luis Schroeder, de la bodega argentina Familia Schroeder.
“Hoy estamos celebrando un poco anticipadamente el Día Mundial del Malbec, que en realidad es el 17 de abril, pero por una cuestión de disponibilidad de un local se avanzó la fecha a hoy. Praga es una ciudad desde ya hermosísima, conocida, sofisticada, una visita obligada para muchos turistas. Y el Día Mundial del Malbec en realidad se celebra en todas las capitales del mundo donde haya una presencia diplomática argentina, vale decir que la Embajada local colabora en la organización de esta jornada”.
En la Argentina, el malbec es la uva más emblemática y se planta prácticamente en la casi totalidad de su vasto territorio.“Malbec es un poco la uva representativa de la Argentina, no es la única pero debemos reconocer que el malbec ha ayudado a que la viticultura argentina sea conocida en el mundo porque es una uva que está un poco de moda, se adapta muchísimo a distintos tipos de comidas, también el malbec en la Argentina está plantado en todas las regiones, hay 2.200 kilómetros de regiones vitícolas, desde el norte en Salta, a más de dos mil metros de altura, una de las viñas más altas del mundo, en realidad, Mendoza que es la región central y en la Patagonia donde las viñas están plantadas a 300 metros porque es una zona mucho más fría”.
Y cada malbec difiere del otro, dependiendo de su zona de producción, agrega Luis Schroeder.“Tenemos malbec aquí de La Rioja, de varias regiones distintas de Mendoza, de la Patagonia, de Salta. Y en cada región se exprime de una forma distinta. Tal vez con más cuerpo y más estructura en el norte, en las zonas calurosas. Tal vez con más frescura y una acidez más alta en la Patagonia. Pero siempre de forma agradable”.
Luis Schroeder ya participó el año pasado en la versión checa del Día Mundial del Malbec. Este año trajo una novedad, que llamó mucho la atención durante la degustación de los numerosos malbecs.
“Este año trajimos un malbec rosé, que es nuestro primer rosado, digamos. En muchos de nuestros mercados la consumición de rosados ha aumentado dramáticamente y los clientes nos pidieron un vino rosado. Lo hicimos con malbec, es un rosado fresco, agradable, con una pequeña presión, las uvas se presionan de forma distinta que para un vino normal. Con un color yo diría rosado salmón, muy agradable, pero claro, es un rosé que tiene un poco de materia, porque de un rosé, la gente espera tal vez un vino sin estructura, y este rosado es un vino con estructura, con taninos del malbec”.La bodega Familia Schroeder, cuya sede central está en la Patagonia argentina, participó en la fiesta del malbec con los vinos que importa la distribuidora Openwine, especialmente los de la gama Saurus, que tienen bastante aceptación entre el público checo.