El jefe de la Academia de Ciencias pide una reforma del sector científico
El jefe de la Academia checa de Ciencias, Jiří Drahoš, pide una amplia reforma del sector científico que supondría una cooperación más estrecha de los institutos académicos del país. Los detractores del plan temen que éste provoque recortes financieros en el sector.
La entidad apostará en los próximos años sobre todo por la investigación del espacio, el sector energético, los nuevos materiales y la medicina, aseguró Drahoš.
“Tenemos previsto implantar programas intersectoriales en la infraestructura de la investigación. Estamos debatiendo sobre programas concretos, como el de la estructura de la materia y del espacio, que deberían nutrirse de varios proyectos coordinados por expertos de alta calidad”, indicó.
El proyecto por el momento tiene rasgos generales y debe ser detallado por la nueva dirección del Consejo de la Academia de Ciencias, elegida en la sesión efectuada este martes en la Casa Nacional de Praga.
Sin embargo, el proyecto debe ser aún aprobado por los respectivos institutos de la Academia, que no se muestran tan entusiasmados. Algunos de ellos temen perder parte de las ayudas estatales debido a la creación de nuevas asociaciones científicas a nivel general.
El Consejo de la Academia de Ciencias además criticó duramente la incesante disminución de los apoyos estatales para el sector científico, que se han reducido en un 20% desde el año 2009.
“Los recortes presupuestarios hacen disminuir notablemente la competitividad de los científicos checos a nivel internacional e incluso ponen en peligro el funcionamiento de los institutos del país”. Así lo subrayó Petr Bobák, miembro del Consejo de la Academia de Ciencias, y agregó que el empeoramiento de la situación financiera provoca despidos en el sector y la fuga de científicos checos hacia el exterior.
La Academia checa de Ciencias hoy día ampara a 54 institutos de investigación, con un total de 7.000 empleados. Su presupuesto financiero ascendió el año pasado a 450 millones de euros, de los que unos 180 millones fueron cubiertos por el Estado.