El Gran Premio de Brno de motociclismo podría desaparecer del calendario
El Gran Premio de Brno del mundial de motociclismo lucha por su supervivencia. Los organizadores de una de las citas más clásicas en el calendario de la categoría reina de las dos ruedas alertaron hace poco de que no podrán por sí solos continuar albergando la prueba por una cuestión económica.
El ministro de Educación, Juventud y Deporte, Josef Dobeš, ha salido rápidamente en su apoyo, y prometió este miércoles 800.000 euros del presupuesto de su Ministerio. Dobeš está convencido de la importancia que tiene para el país el evento, según explicó.
“Históricamente la carrera ha recibido apoyo estatal. El año pasado, por ejemplo, no tuvimos que aportar nada, pero en otras ocasiones sí se hizo. Y es que es el evento deportivo más importante de la República Checa. Estoy seguro de que no solo para la región de Moravia, sino para todo el país, supone una gran fuente de ingresos económicos. Hay quien cifra esta entrada de capital en unos ocho millones de euros, pero puede que sea más. Cualquiera que haya presenciado ese fin de semana de agosto, sabe lo que representa para el país”, dijo Dobeš.Sin embargo, esa suma prometida no es suficiente ni para costear la mitad de los derechos, y otros políticos del Gabinete de Petr Nečas no ven tan claro como el ministro Dobeš la proyección de la carrera de Brno.
El ministro de Finanzas, Miroslav Kalousek, por ejemplo, opina que el Estado no es un organizador de competiciones y que no ve razón para apoyar ésta con los impuestos de los ciudadanos, y menos en tiempos de crisis y recortes.
Los organizadores, por su parte, hablan de la proyección internacional que tiene la ciudad y la República Checa gracias a este evento. El Gran Premio de Brno cuenta con una asistencia media de unas 200.000 personas cada año y se mantiene ininterrumpidamente en el calendario del mundial desde el año 1965, siendo uno de los de mayor tradición y ambiente más característico. Pero desaparecería para siempre si por falta de apoyo falta a una sola cita, dicen desde el circuito. Otros países con instalaciones más modernas, están deseosos por cubrir el hueco que dejaría y cuentan con ese apoyo estatal, aseguran.
Por tanto, el fin de semana del 12 al 14 de agosto de este año, puede que sea la última vez que se vea a los Rossi, Lorenzo o Pedrosa dejarse la piel en la pista checa, después de albergar durante casi medio siglo la emoción de varias de generaciones de pilotos y aficionados.