El gorrión es el Ave del 2003

Foto: J. M. Garg, Creative Commons 3.0

El gorrión, antes un pajarito muy corriente cuyos bandos se veían en la ciudad y en el campo, se convierte hoy en día en una raridad. Los ornitólogos estiman que en los últimos 20 años el número de gorriones en la República Checa bajó en un 60 por ciento. Por eso, la Sociedad Checa de Ornitología ha declarado al gorrión Ave del año 2003.

Foto: J. M. Garg,  Creative Commons 3.0
"Un poco de plumas y de hollín..." Así se refiere a los despojos de un gorrión muerto Jirí Suchý en la canción cuyo fragmento acaban de escuchar.

Admitamos que un gorrión no es precisamente un pájaro de aspecto vistoso, pero sin su gorjeo las calles se están haciendo vacías. Y también debemos tener presente que el gorrión acompaña al hombre desde que éste empezara a cultivar los cereales, es decir desde hace 6 o 7 mil años. En la Edad Media, el gorrión era el pájaro más frecuente que acompañaba al hombre...

Los campesinos medievales consideraban a los gorriones una plaga. Cuando bandos de centenares de esos pajaritos comían las magras cosechas de cereales, los agricultores les movían una implacable guerra.

Foto: Barbora Kmentová
Durante siglos, la gente se ensañó con el gorrión, exterminándolo por los procedimientos más ingeniosos. Muy a menudo se utilizaban granos envenenados. A veces, los gorriones también acababan en las ollas, como revelan las recetas de los viejos libros de cocina.

Matanzas sistemáticas de gorriones tuvieron lugar también en el siglo 18, bajo el reinado de la emperatriz María Teresa. En aquel entonces, los animales fueron divididos por primera vez en los útiles y los dañinos. Es obvio que el gorrión fue encasillado entre los dañinos.

En aquel entonces los vecinos entregaban gorriones muertos como parte del tributo. En las ciudades, los tributarios entregaban por cada casa seis cabezas de gorrión, en los suburbios y en el campo doce, quizás porque en el campo los gorriones hacían más daño.

Foto: Alena Klvaňová,  ČSO
En los viejos libros de Zoología, el gorrión era apodado de rata entre las aves. Los naturalistas de las pasadas centurias no se cansaban de descalificar al gorrión, sosteniendo que busca riñas con los demás pájaros, es ruidoso, no canta bien, no tiene un bello plumaje y su nido es feo.

A pesar de todas las críticas al gorrión, cuando los europeos emigraron a otros continentes empezaron a echar de menos a ese pajarito poco vistoso. Se lo dejaban entonces enviar y de esta manera el gorrión se propagó por todos los continentes. Por ejemplo, en Nueva York fue soltado en el año 1851 un centenar de gorriones.

Foto: J. M. Garg,  Creative Commons 3.0
Hoy en día, el gorrión está desapareciendo. Este pájaro ya había recibido un duro golpe cuando se propagaron los automóviles y de las calles desaparecieron los caballos como animales de tiro y con ellos la avena. En Praga quedó para los gorriones un oasis en el zoológico donde los animales reciben el alimento al aire libre y para los gorriones restan siempre algunas migajas.

En la República Checa el campo ha cambiado mucho. En las viviendas modernas los gorriones no tienen dónde anidar. En el campo se crían menos gallinas y los gorriones ya no les pueden robar comida. La desaparición de esa especie se atribuye también a la desifencción de semillas con mercurio.

Como un aporte para que el gorrión no se convierta en una especie en extinción, la Sociedad Checa de Ornitología declaró este pájaro Ave del año 2003.