El gobierno de V.Spidla obtuvo la confianza de la Cámara Baja
El gabinete de Vladimír Spidla logró ayer un voto de confianza en la Cámara Baja que le posibilitará gobernar la República Checa por los próximos cuatro años. La oposición advierte entretanto que el nuevo ejecutivo endeudará catastróficamente al país.
La oposición no otorgó al gobierno ni un solo apoyo.En contra del programa gubernamental votaron de esta manera los 98 legisladores del Partido Cívico Democrático y del Partido Comunista presentes en la Cámara. Un diputado opositor, el comunista Josef Houzák, no pudo asistir a la votación por enfermedad.
Durante el debate previo a la votación, la oposición criticó con contundencia el programa gubernamental para los próximos cuatro años. El líder del Partido Cívico Democrático, Václav Klaus, afirmó que en ningún caso desea participar en el experimento con el Estado, con los ciudadanos y con sus descendientes que supone la implementación del plan de gobierno.
Klaus advirtió que el gobierno, de corte socialista, endeudará al país por muchos años. Su colega partidista, Hynek Fajmon, propuso que el nuevo ejecutivo se denominase "gobierno de las deudas". Los comunistas aprovecharon el debate para acusar a los socialdemócratas de una supuesta traición al electorado al no formar un gobierno de izquierda.
El jefe de la bancada de la gubernamental Unión de la Libertad, Karel Khünl, criticó que el plan de gobierno suponga un incremento desmesurado del déficit, pero dijo que los legisladores unionistas respaldarían al gobierno ya que no veían otra posibilidad de cómo formar un ejecutivo mayoritario capaz de conducir al país a la Unión Europea.
Satisfecho con los resultados de la votación de confianza, el primer ministro Vladimír Spidla manifestó la convicción de que el ejecutivo podrá cumplir todo su mandato de cuatro años, asentado sobre una sólida base política. Agregó que al gobierno le esperan algunas tareas de trascendencia histórica ya que el ingreso en la Unión Europea es un acontecimiento que no volverá a repetirse.
Spidla mencionó entre las tareas históricas la de llevar a buen término la transformación económica y consolidar las finanzas públicas. Entre las prioridades del nuevo ejecutivo checo figuran, además, el respaldo a las actividades empresariales, la lucha contra la criminalidad y la protección a la familia.