El ganador de las elecciones debe presentar un nuevo proyecto gubernamental antes del viernes
En el horizonte se vislumbra un avance en cuanto a la situación de empate que se registra en la República Checa tras las elecciones parlamentarias. El ganador de los comicios, el Partido Cívico Democrático (PCD), debe presentar antes del viernes un nuevo proyecto gubernamental, capaz de recibir la moción de confianza en la Cámara de Diputados. En caso contrario, el presidente, Václav Klaus, tiene el derecho de encomendar la creación del nuevo Gobierno a otra formación política.
El ganador de las elecciones parlamentarias, Mirek Topolánek, accedió pues al plan B, es decir, al proyecto de crear un Gobierno minoritario, apoyado por los demás partidos parlamentarios, excepto los comunistas.
Además sigue estando en juego una gran coalición entre los dos mayores partidos políticos del país, el Partido Cívico Democrático y los Socialdemócratas.
En vista de la situación actual, el presidente, Václav Klaus, por el momento rechazó otorgar el poder a Mirek Topolánek para crear el nuevo Gobierno. Su decisión fue criticada por el jefe del Partido de los Verdes, Martin Bursík, quien expresó que el presidente está apoyando tácitamente la creación de una gran coalición para asegurar su reelección en los comicios presidenciales.
"El presidente está manejando las negociaciones post-electorales hacia un pacto entre el PCD y los Socialdemócratas para que estos dos partidos lo apoyen en las próximas elecciones presidenciales", indicó Bursík el pasado fin de semana.Por su parte, el portavoz del presidente, Petr Hájek, rechazó tajantemente esas acusaciones.
"El presidente considera las palabras del señor Bursík como excepcionalmente ofensivas. Lo único que pretende el presidente es desenredar cuanto antes la complicada situación postelectoral", resaltó el portavoz.
Otra posibilidad de salir del empate electoral es la creación de un Gobierno de expertos y convocar a elecciones anticipadas.