El embajador de la UE Ramiro Cibrián se despide de la RCh
Ramiro Cibrián fue durante cinco años embajador de la Unión Europea en la República Checa. Su misión en este país terminó con el referéndum en el que los ciudadanos checos dijeron "sí" a la adhesión.
"Extraordinario, único, irrepetible", con estas palabras Ramiro Cibrián resumió su desempeño en la República Checa como embajador de la Unión Europea. Puede estar satisfecho, su esfuerzo por ayudar a este país en su camino hacia la Unión fue coronado con el éxito el pasado fin de semana cuando la aplastante mayoría de los votantes se expresó a favor de la entrada.
"Creo que estos resultados son absolutamente excelentes. Lo más importante es que una mayoría de los ciudadanos checos que han votado se ha manifestado claramente a favor de que su país se convierta en estado miembro en la Unión Europea. Tenemos en la República Checa un alto nivel de consenso sobre la Unión, lo cual desde mi punto de vista constituye la mejor base para una participación exitosa de este país en la Unión".
Ramiro Cibrián se ganó los corazones de los checos con su manera cordial e informal de tratar a la gente. Los checos apreciaron mucho el hecho de que este diplomático español, físico nuclear de profesión, haya aprendido checo y por principio hablaba con los ciudadanos sin intérprete. Los periodistas checos también le tenían en gran estima: el embajador Cibrián estaba siempre dispuesto a responder las preguntas en checo, inglés, español, francés o alemán y lo hacía de manera profesional y fundada.
Ramiro Cibrián se ha despedido de la República Checa. ¿Para siempre? En su última entrevista para la prensa checa no descartó la posibilidad de volver a trabajar en este país. ¿Quién sabe?, se detuvo a pensar el señor Cibrián, expresando más bien un deseo que una duda.