El desempleo baja en Chequia al 4%, poniendo en aprietos a las empresas

Foto: Gerd Altmann / Pixabay CC0 Public Domain

El desempleo en el mes de junio ha caído una décima en la República Checa, llegando al 4%. No había tan poca gente sin empleo desde 1998. Se espera que los salarios sigan subiendo pero también que las empresas checas pierdan competitividad.

Foto: Gerd Altmann,  Pixabay,  Pixabay License
La combinación de comienzo de la temporada estival junto con el crecimiento económico ha vuelto a empujar hacia abajo el índice de desempleo de la República Checa, que según datos de junio se sitúa en el 4% de la población activa. El número de personas sin trabajo se sitúa ligeramente por debajo de las 300.000, algo que no pasaba desde 1998, y la cantidad de puestos vacantes asciende a 183.500, según datos de la Oficina de Empleo.

Desde hace meses es habitual que las empresas hagan campañas de publicidad para atraer empleados, llamando la atención sobre los sueldos que ofrecen, los incentivos y otras bonificaciones. El desempleo checo, el más bajo de la Unión Europea, es sin duda una buena noticia para los trabajadores, que ven como sus salarios no dejan de crecer, pero no tanto para los empresarios.

Jaroslav Hanák,  foto: Filip Jandourek,  Archivo de ČRo
Así comenta la evolución del índice de desempleo Jaroslav Hanák, presidente de la Unión de Industria y Transporte.

“Para la economía el hecho de tener un desempleo del 4% es una buena noticia solo en apariencia. Para nosotros es una muy mala noticia. Para toda una serie de empresas, y no solo de la industria, sino también del transporte o del comercio y los servicios, ven cómo les faltan, según nuestros cálculos, más de 200.000 trabajadores. La fuerza laboral checa no quiere mudarse por motivos de trabajo, o recorrer grandes distancias. Y 300.000 personas es realmente una gran cantidad de gente que no quiere trabajar. Y aquellos que quieren trabajar a menudo no tienen la cualificación correspondiente o tienen pequeños problemas de salud que se lo impide”.

Foto: Kristýna Maková,  Archivo de ČRo - Radio Praga
Y es que la mayor parte de las empresas checas ya no dan abasto. El buen momento económico hace que se haya disparado la demanda, no solo en el interior, sino también desde el extranjero. Las exportaciones aumentan y en el tercer trimestre del año se espera que crezcan un 11%. No hay empleados suficientes para satisfacer todos los pedidos.

El desempleo en Chequia ha caído ya por debajo de lo que los economistas consideran el desempleo natural y que en una de sus definiciones vendría dado por el porcentaje de paro que empieza a causar ya inflación. Esta sin embargo se sitúa en el 2,3%, moderadamente baja y dentro de los objetivos del Banco Nacional.

El efecto negativo más bien es la pérdida de oportunidades para la economía checa, que podría crecer todavía más. Una de las soluciones, el abrir las puertas a la inmigración, queda desestimada por la situación política del país, y de hecho el Gobierno tan solo ha facilitado la llegada de inmigrantes de Ucrania, y en una medida limitada.

Foto: Ondřej Šponiar,  Pixabay / CC0 Public Domain
Los expertos coinciden en que se trata solo de un ciclo económico y que su duración es temporal. Las posibilidades son varias. En el mejor de los escenarios las empresas invertirán en robotizar o automatizar más sus líneas de producción, así como en la cualificación de sus empleados, con lo que ganarán en competitividad y la República Checa se aproximará en cuanto a modelo económico a los países de Europa Occidental.

Otra posibilidad es que simplemente el ciclo pase: las empresas checas perderán competitividad debido a los mayores costes salariales, bajará su volumen de negocio y tendrán que despedir empleados, con lo que se volvería a la situación anterior.

Autor: Carlos Ferrer
palabra clave:
audio