El consumo de cerveza en Chequia baja hasta un récord mínimo
Los checos bebieron el año pasado en promedio 138 litros de cerveza por persona, la cifra más baja desde hace 50 años.
El motivo lo aclara el presidente de la Unión Checa de Fabricantes de Cerveza y Fábricas de Malta, František Šámal.
“Es la menor cifra de la historia, seguro. Aquí se ha llegado a un consumo por cabeza de 162 litros alrededor del año 90. Este fenómeno viene causado por la caída en el consumo de cerveza de barril”.
Šámal apunta a que en los restaurantes se han puesto en práctica recientemente algunas medidas que pueden haber desanimado a los más cerveceros. Hablamos concretamente del registro electrónico de transacciones, que hace más estricto el control de los pagos del IVA, y la ley antitabaco.No obstante estamos hablando de una tendencia a largo plazo. El año pasado la cerveza embotellada ya formaba el 62% del total, mientras que la de barril representaba el 38% de las ventas. Hace 10 años sin embargo la mayor parte de la cerveza se tomaba en los bares y restaurantes.
Las fábricas de cerveza checa produjeron el año pasado menos cerveza, un total de 20,3 millones de hectolitros, es decir, un 1% menos que en 2016. Esta caída en el consumo doméstico viene compensada en parte por el aumento de las exportaciones, añade František Šámal.
“En el futuro la única oportunidad para las cerveceras es exportar. Sobre todo fuera de la Unión Europea, ya que en Europa el mercado está saturado. Aquí solo nos reagrupamos todo el tiempo. Tenemos que contar con que en Chequia el consumo seguirá en el estancamiento o más bien, se irá reduciendo”.Mientras que en 2016 los checos bebieron en total 16,5 millones de hectolitros, el año pasado fueron solo 16 millones. La cerveza de barril arroja más beneficios a las empresas que la embotellada, y la proporción sigue decantándose hacia las botellas y las latas no solo en Chequia, sino también en el resto de Europa.