El checo que electrocutó a su mujer e hija en Egipto, condenado a 28 años de prisión
Petr Kramný, acusado de asesinar a su mujer y a su hija de ocho años mientras pasaban las vacaciones en Egipto en 2013, ha sido condenado a 28 años de prisión. De acuerdo con los peritos, Kramný electrocutó a sus víctimas, al no poder soportar el fracaso de su matrimonio.
Tras el traslado de los cuerpos a la República Checa y un nuevo examen, se estableció que había indicios de delito y comenzó el proceso contra el principal sospechoso, el marido y padre de las fallecidas, Petr Kramný, que se encontraba con ellas cuando sucedieron los hechos.
Ahora el tribunal de Ostrava lo ha encontrado culpable y condenado a 28 años de prisión y una indemnización a los familiares de su mujer de 300.000 euros. De acuerdo con los informes psicológicos, Kramný posee una personalidad egocéntrica que no fue capaz de soportar el progresivo deterioro de su matrimonio y el alejamiento de su esposa, que ya se negaba a entrar en contacto íntimo con él. De hecho en la sentencia se indica que el condenado tenía pensado suicidarse pero no reunió el valor suficiente.
El crimen se cometió por electrocución, según la versión aceptada por el tribunal y sostenida por el patólogo judicial Karel Sokanský.
“Agarrar dos cables y aproximarlos al cuerpo no es un problema tan grande. Encontramos señales tras el cuello y sobre las nalgas de la entrada de la corriente eléctrica”.La defensa por el contrario presentó el testimonio de peritos que aseguraban que la muerte se había producido por deshidratación o intoxicación alimentaria. Una segunda ronda de testimonios de expertos reforzó sin embargo la versión de la electrocución, defendida por la fiscalía.
La sentencia se ha emitido basándose en la acumulación de indicios indirectos, sin que exista una prueba totalmente evidente de la responsabilidad de Petr Kramný en la muerte de su mujer e hija. Al mismo tiempo la Justicia checa tampoco pudo examinar el lugar de los hechos ni realizar la primera autopsia. No obstante la jueza encargada del caso considera que no hay duda de que se trató de un asesinato y que nadie más que Kramný pudo haberlo cometido.
La abogada defensora, Jana Rejžková, puso en duda la objetividad del Tribunal.
“La sentencia me parece digna de los tiempos del comunismo, anteriores a 1989. La señora jueza evidentemente no ha querido escuchar los argumentos tanto de la defensa como de los expertos”.
El Tribunal se defiende alegando que, según el segundo peritaje, los especialistas presentados por la defensa eran o bien incompetentes, o bien trataban de presentar los datos de forma favorable al acusado.
En cualquier caso pronto todas las pruebas serán revisadas de nuevo, ya que la defensa recurrió inmediatamente la sentencia.