El año de ensueño de la soprano Kateřina Kněžíková
El año 2021 ha sido muy fructífero para Kateřina Kněžíková. La cantante ha grabado un disco y otro trabajo lo lanzará al mercado en los próximos días. La diva además cosechó un gran éxito durante su estadía en Inglaterra donde realizó una gira por festivales.
Kateřina Kněžíková se da cuenta de que el 2021 ha sido para ella todo un éxito, aunque dice que siempre faltan cosas que mejorar. “Ahora me esperan varios papeles de ópera. Pero tengo suerte de haber podido estar en Glyndebourne, Inglaterra, y cantar allí la obra de mi querido Janáček. También me alegra haber grabado dos CDs muy bonitos. He cumplido, pero no me duermo en los laureles, porque aún tengo grandes planes por delante”, dice la soprano.
Kněžíková apreció, sobre todo, el hecho de que por fin haya podido cantar frente al público, lo que en la época del covid no es una cosa tan natural como antes.
“En los conciertos en línea la energía es diferente. Siempre me daba la sensación de que lo estábamos solo grabando y que podía arreglar lo que no salía bien. Así que la actuación era diferente. Al subir al escenario en Glyndebourne en vez de concentrarme en mi entrada al escenario y mi rol dramático, sentí la necesidad de saludar alegremente con la mano a la gente diciéndoles: Ustedes me ven y yo les veo también, qué estupendo que podamos compartirlo juntos”, se ríe Kněžíková.
Como hemos dicho, este año la cantante ha lanzado el disco titulado Phylidé que incluye varias canciones y no arias. Kněžíková aprecia sobre todo las letras de las piezas. “Incluye poemas hermosos y yo siempre florezco al leerlas. Quiero poemas, en general. La canción es la reina, crecí con ella. He aprendido mucho de ellas en cuanto a mi posterior interpretación de las arias”, dice la diva.
El disco ofrece una mezcla musical: desde la obra de Bohuslav Martinů, hasta piezas de compositores polacos, pasando por música francesa.
“Estaba segura de que debería incluir, sobre todo, el ciclo de canciones de Martinů Noches mágicas. Este ciclo no lo ha grabado aún ninguna soprano checa. Ese fue mi gran deseo”, explica Kateřina Kněžíková.
Uno de sus amigos, el director de orquesta Robert Jindra, le recomendó, además, las canciones de Henri Duparc, antes desconocidas para ella. “Conocía solo su nombre y no su obra, que de repente me desarmó y cautivó. Recuerdo cómo iba en el coche escuchando una de sus canciones, que se llamaba Phylidé. En ese momento se ha parado el mundo y sabía que ése era el nombre que debería llevar el disco”, explicó la cantante Kateřina Kněžíková.
