del Monte Sacro Los milagros barrocos del Monte Sacro

Hoy visitaremos imaginariamente el Monte Sacro, el lugar de peregrinación mariana más importante y más antiguo de la República Checa.

El Monte Sacro se encuentra muy cerca de la antigua ciudad minera de Pribram, en la cuenca del río Vltava, y su templo representa, junto con la iglesia mariana de Mlada Boleslav, uno de los lugares de peregrinación más importantes y más antiguos de la República Checa. Según relata el sacerdote Bohuslav Balbin, destacado historiador de la época barroca, a principios del siglo XVI fue levantada en el lugar una pequeña capilla consagrada a la Virgen María.

Poco tiempo después fue construida una ermita de madera junto a la pequeña capilla y a partir de ese momento los fieles comenzaron a adorar una estatuilla de la Virgen con el Niño Jesús, que fue tallada en 1348 por el primer arzobispo de Praga, Ernesto de Pardubice.

El nombre de Monte Sacro data de mucho antes del año 1600 y hace referencia a las características geográficas de la regón, ya que se halla en la cima de una gran colina; esto a su vez refleja la antigua tradición de identificar los lugares sagrados con sitios altos... como queriendo acercarse más al cielo.

Decenas de cientos de peregrinos y procesiones comenzaron a dirigirse hacia el Monte Sacro para dar gracias por los favores concedidos o suplicar por la salvación de sus almas. Resulta que la pequeña estatua de la Virgen con el Niño Jesús tenía fama de poseer una enorme fuerza milagrosa.

Cuenta la historia que un hombre llamado Jan Prochazka, un rico burgés de la ciudad de Nymburk -a unos pocos kilómetros de la ciudad de Praga- perdió repentínamente la vista, y pocos años después fue despojado de todos sus bienes; a partir de ese momento, el hombre se convirtió en mendigo y empezó a vivir de la ayuda de las personas que se compadecían de su situación.

El propio Prochazka cuenta que varias veces soñó con Santiago el Mayor, patrono de la iglesia de Pribram, que le incitaba a visitar el templo del Monte Sacro y le rezara en ese lugar a la Virgen María. El hombre un día hizo caso a sus sueños y, acompañado de su pequeño nieto de ocho años emprendió una peregrinación al lugar, adonde llegó el día 10 de junio de 1632.

Luego de rezar durante tres días, el hombre recuperó la vista. Tal fue su agradecimiento hacia la Virgen, que el mendigo permaneció hasta el fin de sus días en la localidad, recibiendo más tarde el apodo de "ermitaño del Monte Sacro".

La noticia del milagro comenzó a correr rápidamente entre la población, provocando la llegada de decenas de miles de peregrinos al lugar, incluyendo al emperador Fernando II, que acompañado del príncipe heredero, visitó la capilla en 1634.

Debido al escaso número de sacerdotes en aquella época, el deán de Pribram se las veía muy difíciles: no daba abasto con la gran cantidad de misas que debía oficiar cada año para los miles de fieles que acudían al lugar. Por esa razón, en 1647 el templo comenzó a ser administrado por el Colegio Jesuita de la ciudad de Breznice, en las cercanías del Monte Sacro.

Tan sólo una década después, comenzarían los extensos trabajos de remodelación de la capilla, que le daría en poco tiempo el aspecto que conserva hasta nuestros días; esta fue ampliada y minuciosamente decorada por renombrados escultores, orfebres y remodeladores de aquella época.

La capilla se encuentra en el centro del conjunto de edificaciones que conforman el templo y en la parte oriental está provista de grandes portales, que originalmente se hallaban también en la parte derecha de la misma. También dispone de un presbiterio con altar al aire libre, que permite que sean oficiadas misas para grandes cantidades de peregrinos.

Para la creación del prebisterio de la capilla de Monte Sacro se tomaron los modelos arquitectónicos de los grandes centros de peregrinación italianos y la idea de crear en el Montre Sacro un lugar para peregrinos provenientes del mundo entero fue de Carlo Lurago, un destacado arquitecto del período del barroco y que colaboró muy de cerca con los jesuitas de la región de Bohemia.

La iglesia se ubica exactamente en el centro de un gran patio rodeado de galerías, en cuyas esquinas hay cuatro grandes capillas, además, otras ocho más pequeñas se encuentran distribuidas en el resto del edificio y en la parte norte del patio se localiza la residencia jesuita.

Entre 1727 y 1728, fueron construidas las bellas escalinatas que conducen hacia el templo de Monte Sacro y el mobiliario interno de la capilla fue restaurado por completo. Hoy, todo el conjunto arquitectónico del lugar representa una de las obras más importantes del barroco en Europa Central. Entre las piezas más destacadas figura el retablo de plata del altar mayor, creado entre 1684 y 1772 por renombrados orfebres. A principios del siglo XX se le agregaron a la iglesia una gran cantidad de valiosas decoraciones modernas.

El Monte Sacro
Después de la extinción de la companía de Jesús en 1773, el templo del Monte Sacro quedó bajo la administración de los misioneros redentoristas, quienes estuvieron en el Monte Sacrto hasta 1950... el 24 de marzo de 1990, luego de cuarenta años, regresaron a ese lugar.

En junio de 1732 y por decisión del Papa Clemente XII la estatua de la Virgen María fue adornada con una corona de oro, lo que la transformaría al Monte Sacro en uno de los lugares de peregrinación más importantes del mundo. Desde esa fecha, los católicos checos celebran todos los años la coronación de la Virgen realizando festejos religiosos, siempre diez días después de la Pascua.


Más sobre el Monte Sacro pueden Uds. encontrar en las páginas web www.svata-hora.cz.