De obrero a uno de los mejores tenores checos
En este espacio regular de los sábados en Radio Praga, dedicado a la música clásica checa, les daremos a conocer esta vez al cantante de ópera Beno Blachut, considerado uno de los mejores y más expresivos tenores checos de todos los tiempos.
En su tiempo libre el joven Beno cantaba en el coro de una iglesia en su ciudad natal, actividad a la que se dedicaba desde sus 17 aňos de edad. Y cantaba también al trabajar, en especial canciones que le enseňó su madre, así como las que había escuchado interpretar en la radio. Cierta vez un ingeniero de la fábrica siderúrgica le dijo que tenía una linda voz y que debería dedicarse al canto de forma profesional.
Cuando en los años 30 la fábrica de Vítkovice comenzó a despedir a sus trabajadores a causa de la crisis, y también Beno quedó sin trabajo, éste fue obligado a buscar otro sustento. Trabajó en diversos sitios y continuó cantando, hasta que un día, gracias a ciertos contactos que tenía, fue invitado a un examen de canto al Conservatorio de Praga, y fue aceptado como estudiante.Los primeros pasos profesionales en el Teatro de Olomouc
Beno terminó los estudios en 1939 y le fue ofrecido integrar el conjunto de ópera del teatro de la ciudad de Olomouc, donde cantó por primera vez ya en 1938, siendo estudiante todavía del Conservatorio, y tuvo una amplia aceptación por parte de la crítica y el público. Se dedicó mayormente a la interpretación de roles en óperas de autores checos como Federico Smetana, Antonín Dvořák y Leoš Janáček.
El profesor de Beno Blachut en el Conservatorio, Luis Kadeřábek, intentó llevarlo al Teatro Nacional de Praga, pero sus directivos de entonces insistieron en que era demasiado joven y de poca experiencia profesional para cantar en la primera escena del país. El teatro de Olomouc le brindó a Blachut la posibilidad de crecer en lo profesional, fue una buena escuela para un cantante principiante. Beno Blachut perfeccionó allí tanto la técnica del canto, como su actuación en el escenario.Los comienzos en el Teatro Nacional de Praga
En febrero de 1941 Blachut pudo actuar por primera vez como invitado en el Teatro Nacional de Praga, junto al entonces ya famoso bajo Eduard Haken, colega con el que más tarde entabló una amistad de toda la vida. La crítica elogió a Blachut por su agradable tenor de tonos más oscuros y su forma culta de actuar.
A partir del 1 de agosto de ese mismo aňo, Beno Blachut llegó a integrar el elenco de la ópera del Teatro Nacional de Praga, en el que permaneció hasta el fin de su vida. Además de compositores checos le fue conferido interpretar personajes de óperas de Verdi, Mozart, Puccini, Wagner y Strauss. En calidad de cantante invitado actuó en las óperas de Viena, Moscú, Bruselas, Ámsterdam, Berlín, Venecia, París y Helsinki, y se presentó igualmente en el festival de teatro de Edimburgo. Sin embargo, Blachut no pudo hacer una mayor carrera en el extranjero, ya que el régimen comunista checoslovaco de entonces se lo impidió.