¿Cómo cambiaron los Servicios de Inteligencia después del 11 de septiembre?
Los ataques terroristas contra Washington y Nueva York dieron origen a una discusión acerca del papel de los Servicios de Inteligencia y los cambios a los que deberán someterse para prevenir mejor semejantes peligros. Los expertos coinciden en que la lucha contra el terrorismo mundial será protagonizada principalmente por los Servicios Secretos.
Sin embargo, después de los ataques contra las Torres Gemelas y el Pentágono, cayó sobre la CIA una dura crítica por no haber sido ésta capaz de prevenir esta amenaza. El teniente coronel checo, Milan Hanousek, de la Academia Militar de Brno, rechaza dicha crítica advirtiendo sobre lo difícil que es identificar entre los miles de falsos indicios la senal verdadera.
"El problema de los Servicios de Inteligencia estadounidenses reside en que en los últimos años se concentraron demasiado en desarrollar tecnologías sofisticadas en la obtención de información, subestimando los métodos clásicos que, en lo concerniente a la red terrorista del fundamentalismo islámico, serían más eficaces. En primer lugar subestimaron la importancia de infiltrarse entre el enemigo".
¿Cómo cambió el papel de los Servicios de Inteligencia tras los ataques terroristas y la siguiente represalia de Estados Unidos?
"El papel de éstos sigue siendo el mismo, o sea recabar la información sobre los hechos que puedan constituir una amenaza para la seguridad y la integridad de cada país. Lo que cambió es que, en vista de lo ocurrido, el espionaje militar deberá prestar una mayor atención a la obtención de información referente al terrorismo mundial".
El teniente coronel Hanousek enfatiza que de ello se desprende para la representación política checa la necesidad de redefinir los riesgos militares tomados en consideración en la Estrategia de Defensa y Seguridad, en la cual la lucha contra el terrorismo no figura. Hanousek advierte también que los políticos de este país deberían darse cuenta de que, para reaccionar debidamente respecto a los nuevos desafíos, los Servicios de Inteligencia checos tendrán que disponer de mayores recursos financieros.