Claudio Carbó trae a Praga el "amor brujo"
"Con el corazón en la mano", así se titulaba el concierto benéfico de música clásica de jóvenes intérpretes que tuvo lugar en el Senado de la República Checa en Praga. El concierto de cámara fue ofrecido por la violinista checa Ivana Kovalcíková y el pianista español Claudio Carbó Montaner.
El objetivo del concierto era recaudar fondos para la adquisición de un vehículo para personas minusválidas. Se interpretaron piezas de compositores checos, como Antonín Dvorák, Leos Janácek y Bohuslav Martinu, así como obras del compositor español Manuel de Falla. Nos explicó el programa el pianista Claudio Carbó.
"Queríamos hacer un programa que fuera de compositores compartidos, tanto de España como de la República Checa, y comenzamos con Falla, y por qué no terminar también con el gran compositor español Falla".
El compositor gaditano fue incluido en el programa por ser uno de los representantes de la música clásica española en el exterior.
"Falla para mí es una de las grandes cimas de la música internacional, y esta pieza en concreto que interpretamos, del Amor Brujo, y las Danzas Españolas, pues es muy importante dentro de la variedad en el folklore español. Dentro de la música clásica, porque el flamenco influye mucho también en estos compositores, como Falla, Albéniz, o incluso Granados. Esto es muy importante, sacar esta música fuera de nosotros".
Con sólo 28 años, Claudio Carbó cuenta ya con muchas tablas como pianista. En su actuación en Praga no era la primera vez que tocaba acompañado del violín.
"No, he tenido otras experiencias, ya desde hace años, con violín, también formaciones de cámara, tríos, cuartetos, con quintetos, también con el canto, me gusta mucho acompañar también el canto. El piano tiene esa ventaja, esa virtud, de poder tener muchas facetas que desarrollar".
El joven valenciano aprecia su faceta como pianista que se expresa en compañía de otros instrumentos musicales.
"Es una conexión, sea el violín o los otros instrumentos, como la flauta, la voz, siempre hay un diálogo, hay una compenetración, momentos en los que le estás acompañando, otros momentos en los que el otro instrumento te acompaña a ti, es decir, ese juego dentro del tiempo es muy interesante, y además, no sólo como solista, sino que un músico necesita expresarse también dentro de la música de cámara, o con orquesta, también es como música de cámara a gran escala".
La colaboración entre Ivana Kovalcíková y Claudio Carbó resultó fácil, a pesar de haberse conocido en el ensayo el día anterior al concierto. Pudieron compenetrarse de maravilla, demostrando que la música clásica no conoce fronteras. Claudio Carbó siente especial admiración por los compositores checos.
"La verdad es que me gustan muchísimo, sobre todo cuando aterrizamos en el avión, que pusieron el Moldava de Smetana, pues dije: ya estamos en casa. Es decir, es una música muy internacional, y además muy cercana al folklore español. La sonata de Martinu que había en la primera parte, para violín y piano, pues tiene momentos que pueden ser muy hispanos, muy andaluces. Es un folklore muy similar. La verdad es que hemos disfrutado".
El concierto forma parte del ciclo de programas de música clásica en varias localidades checas, organizado por el Senado de la República Checa en colaboración con la Embajada de España en Praga.