Ciencia

Cerda de la raza de Prestice en el jardín zoológico de Pilsen, foto: Roy147, CC BY 3.0 Unported
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"La víbora es la única serpiente venenosa en la RCH", "La adormidera sembrada en la RCH para fines alimenticios ocupa grandes superficies","Amor porcino"- éstos son los temas que les ofrecemos en la presente edición.

La víbora Vipera berus es la única serpiente venenosa checa

En la naturaleza checa vive una única especie de serpiente venenosa: la víbora, cuyo nombre científico es Vipera berus.En el año 2004 fueron hospitalizados en este país cien personas por picadura de víbora. Ninguno de los pacientes falleció.

Vipera berus,  foto: Zdeněk Fric,  CC BY 3.0 Unported
Encontrarse con una víbora en la naturaleza no es muy frecuente. Muchos checos no la han visto nunca en su hábitat. La víbora no es una serpiente agresiva. Vive tranquilamente en bosques, prados y turberas. Le gustan los terrenos pedregosos en donde puede calentarse al sol. Ataca al hombre sólo en caso de sentirse en peligro o si la pisamos.

La picadura de la víbora Vipera berus que vive en la República Checa, en la mayoría de los casos no conduce a la muerte. Aproximadamente un 50 por ciento de las picaduras de víbora son las llamadas picaduras en seco, que no provocan reacción alguna en el afectado.

Sin embargo, los niños, las personas mayores o las que tienen inmunidad debilitada, deberían moverse en la naturaleza con mucha cautela, ya que en ellos el veneno de la víbora podría provocar considerables problemas de salud, causados por la intoxicación del organismo. Además de una violenta reacción alérgica, el veneno de la víbora provoca una brusca bajada de la tensión arterial, lo que puede conducir, en el peor de los casos, a un colapso del sistema circulatorio o a un colapso renal.


La adormidera se cultiva en la República Checa para fines alimenticios

La República Checa es en la actualidad el mayor productor mundial de granos de adormidera para fines alimenticios. Las variedades de la adormidera cultivadas en este país están seleccionadas para producir la máxima cantidad de semillas que se utilizan en la culinaria. Las semillas molidas de la adormidera nacional se usan tradicionalmente en la cocina checa para el relleno de bollos. Con granos de adormidera se espolvorean los panecillos. Por su parte, la paja es utilizada por la industria farmaceútica.

El año pasado los cultivos ocuparon 28 mil hectáreas y este año se han sembrado en la República Checa 48 mil hectáreas. Más del 90 por ciento de los granos de adormidera producidos en este país se exportan.

A pesar del bajo contenido de estupefacientes en las especies de adormidera destinadas para fines alimenticios, sus cultivos en la República Checa son rigurosamente controlados. Cada granjero debe informar a las autoridades sobre la superficie sembrada. En caso de que el granizo destruya la cosecha, es obligatorio notificar qué se ha hecho con las plantas dañadas.

Todos estos datos se transmiten al Ministerio de Agricultura, a la Central Nacional Antidrogas y al Ministerio de Salud que los entrega a la Agencia de la ONU para las sustancias estupefacientes y psicotrópicas, con sede en Viena.

En la República Checa no está permitido entrar en los cultivos de adormidera. Aunque éstos se destinen para fines alimenticios, la ley lo interpreta como un intento de hacerse con una droga.


Amor porcino

Cerda de la raza de Prestice en el jardín zoológico de Pilsen,  foto: Roy147,  CC BY 3.0 Unported
El jardín zoológico de Pilsen cría muchos animales exóticos, pero un atractivo infalible para los visitantes es el ganado porcino checo. El zoológico cría a la cerda Amálka, que ha tenido crías cuatro veces. Cuando recientemente volvió a entrar en celo, los criadores le trajeron a la hembra de tres quintales métricos de peso un novio 50 kilos más pesado. Los juegos de amor de Amálka con su novio Lojza se han convertido en un gran reclamo para los visitantes.

Amálka, una cerda rosada y negra de la raza de Prestice, tuvo más de once crías en cada uno de sus cuatro partos. Los criadores intentaron en el pasado obtener crías de la cerda por medio de inseminación artificial con el esperma de un macho de la misma raza de Prestice, que hoy en día es bastante rara, pero la hembra nunca se quedó preñada. Amálka dio a entender a los criadores que sin un macho de carne y hueso no habrá crías. Ahora, cuando le traen un compañero, el zoológico de Pilsen es escenario de dos frenéticas jornadas de impetuoso amor porcino.Después nacen sin falta las crías en un plazo de 150 días.