Chequia se suma a la lista de países europeos que prohíben el HHC

El HHC se transmite principalmente en los caramelos.

El Gobierno decidió incluir el HHC en la lista de sustancias adictivas prohibidas tras las últimas intoxicaciones sufridas por menores de edad. Sin embargo, asociaciones de pacientes, adictólogos o miembros del Consejo Gubernamental para la Coordinación de la Política Antidroga rechazan la prohibición y apuntan hacia la complejidad de la cuestión.

En la República Checa se pueden comprar aún a día de hoy ositos de goma, galletas o caramelos con HHC en tiendas de comestibles o máquinas expendedoras de forma completamente legal y sin control. Así, en los últimos tiempos, incluso menores de edad han terminado hospitalizados, algunos de ellos de gravedad. Esto ha acelerado un debate que se mantenía desde el año pasado hasta llegar a la decisión de prohibir la sustancia de manera temporal desde la primera fecha posible, que será el 1 de marzo, para cuando esperan que lo pueda notificar la Comisión Europea, que es un paso necesario.

Vlastimil Válek | Foto: Oficina del Gobierno Checo

De la venta legal incluso en productos que un niño podría comer sin saberlo, se pasará a una situación en la que la venta, consumo y tenencia, incluso para uso propio, pasará a ser perseguida igual que con cualquier otra droga prohibida, como avisó el ministro de Salud, Vlastimil Válek, en este caso, a los comerciantes.

“Tendrán que destruir las existencias de este producto o deshacerse de ellas de alguna forma antes del 1 de marzo. Lo que seguro que no es una buena idea es hacerse ahora con algunas reservas”.

La prohibición temporal del HHC, además del HHC-O y el THCP, terminará, previsiblemente, cuando entre el vigor el 1 de enero de 2025 la nueva ley preparada por el Gobierno que regulará su uso y prohibirá la venta a menores de edad.

Foto ilustrativa: Elsa Olofsson,  Unsplash

Chequia se une así a la decena de países de la UE que fueron paulatinamente prohibiendo la sustancia durante 2023. Entre ellos Francia, Italia, los países nórdicos y la vecina Austria. También en Alemania es ahora objeto de debate su posible prohibición.

El hexahidrocannabinol, un cannabinoide semisintético, también se consume fumado por diversión en un vapeador, por ejemplo, como alternativa legal al cannabis en muchos países, pero con unos efectos, a menudo, más poderosos incluso.

La prohibición, una solución no tan obvia para muchos

Sin embargo, son muchos quienes consideran que la prohibición es un paso desafortunado. Hana Vágnerová, directora de la Asociación de Pacientes para el Tratamiento con Cannabis (KOPAC) asegura que se trata de una sustancia gracias a la que muchas personas combaten dolores crónicos o calambres, pero también recuerda que están demostrados sus beneficios contra los síntomas del Alzheimer o la depresión. Estos consumidores habituales que gracias al HHC mejoran su calidad de vida, intentarán seguir comprándolo, advirtió a la Radio Checa Vágnerová.

“Lo encontrarán en el mercado negro, porque la razón por la que se usa el HHC y otras sustancias así, es, en su mayor parte, por enfermedades, dolores y problemas de salud crónicos para los que el sistema de salud en la actualidad no ofrece ninguna solución”.

La política del Partido Pirata Jana Michailidu, miembro del Consejo Gubernamental de Coordinación de la Política Antidrogas, aboga también por la regulación, dijo a la Radio Checa.

“La evidencia muestra que las prohibiciones no funcionan, por el contrario, empeoran la situación. Y no sólo porque, por supuesto, el HHC seguirá vendiéndose, solo que en el mercado negro, como ocurre con otras sustancias prohibidas, sino que, además, cuando prohibamos el HHC, que es una sustancia natural, aparecerán otras sustancias en ese mercado “gris”. Esto significa que aparecerán cada vez más derivados y tengo grandes dudas sobre su seguridad, porque serán sustancias cada vez menos naturales”.

Desde el Partido Pirata se advierte de que eso ha sido precisamente lo que ha demostrado la prohibición del HHC en Francia el año pasado: la aparición de nuevas sustancias sintéticas de dudosas garantías, y, sin embargo, legales. De momento. Porque todo el proceso se podría volver a repetir una y otra vez con cada nuevo derivado.

Jana Michailidu | Foto: Pirátská strana / Flickr,  CC BY-SA 2.0

Mathieu, un empresario francés afincado en Praga y director de una empresa europea especializada en activos e ingredientes del cannabis que prefiere guardar el anonimato, opinó para Radio Praga Internacional que también cree que la solución al problema no pasa por la prohibición.

“Es necesario empezar desde la raíz, dando licencias y regulaciones de producción, como se hace en algunos países de América Latina como Uruguay y Colombia, pero también Estados Unidos. Cuando el circuito es estable, transparente y estructurado, tenemos mejores productos. De esta manera, además, podemos integrar una economía que, de hecho, existe desde hace mucho tiempo”.

La diputada Michailidu dice que en la adictología existe una teoría que indica que precisamente las dos situaciones más peligrosas que se pueden dar con los estupefacientes son tanto un mercado legal no regularizado como un mercado ilegal no regularizado, por lo que la única solución es justamente la regularización, que habría evitado, por ejemplo, las intoxicaciones en menores que hicieron saltar todas las alarmas.

Autores: Daniel Ordóñez , Alexis Rosenzweig | Fuente: iROZHLAS.cz
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