Chequia condena la amenaza nuclear de Putin y coordina más sanciones contra Rusia
El ministro de RR.EE, checo, Jan Lipavský, dijo que el anuncio del presidente ruso, Vladimir Putin, de activar su fuerza nuclear es muy peligroso, pero que Praga mantendrá su solidaridad con Ucrania.
El Gobierno de la República Checa incrementa sus expresiones de respaldo y envío de ayuda a Ucrania, víctima de la agresión militar orquestada por el presidente de la Federación Rusa, Vladímir Putin.
El ministro de RR.EE. checo, Jan Lipavský, recordó que Rusia atacó a Ucrania unilateralmente y sin razón, y ahora también amenaza a Europa con armas nucleares. La decisión de Vladímir Putin, de poner en alerta su fuerza nuclear forma parte de una retórica agresiva, un comportamiento muy peligroso, indicó Lipavský.
Ante semejante manifestación de fuerza, la República Checa y sus aliados fortalecen su unidad y coordinan la aplicación de sanciones más duras contra los inquilinos del Kremlin, sostuvo el jefe de la diplomacia checa.
“Quiero hacer énfasis en el hecho de que continuaremos coordinando nuestros pasos con los aliados. En estrecha cooperación con Estados Unidos y Gran Bretaña, la República Checa está preparada para imponer sanciones financieras y económicas más duras a Rusia”.
Desde el inicio de la agresión contra Ucrania, los ciudadanos checos han tenido muy claro quién es el agresor. En 1968 los checoslovacos fueron invadidos por las tropas del Pacto de Varsovia, encabezadas por los soldados rusos y esta situación provoca emociones muy fuertes entre la población.
En esta relación, el ministro Lipavský se sumó al llamamiento del presidente Miloš Zeman y el primer ministro Petr Fiala, que pidieron calma a la ciudadanía.
“Todos vivimos de manera muy intensa la crisis actual. La agresión rusa contra Ucrania despierta fuertes emociones en cada uno de nosotros. Pero no debemos olvidar que se trata de la guerra de Vladímir Putin, no de los rusos”.
Además de la inmensa y creciente ola de apoyo al Gobierno de Kíev, fuerzas armadas y ciudadanos que defienden su país contra las tropas agresoras, el ministro Lipavský instó a no olvidar a las fuerzas democráticas rusas opuestas a la política expansionista de Moscú.
“Los checos y Checoslovaquia siempre han apoyado a los demócratas rusos. Por esa razón expresamos nuestro respaldo y solidaridad a todos aquellos rusos que no tienen miedo y se oponen a la guerra criminal de Vladímir Putin contra Ucrania”.
La cercanía del conflicto, y la amenaza del uso de armas nucleares no dejan de preocupar a gran parte de los checos. De acuerdo con una encuesta rápida de la agencia STEM/MARK para la Televisión Checa, la mayoría de la gente estima que existe el riesgo de que Rusia ataque a otros estados después de Ucrania. Temen que el conflicto atente contra la seguridad de los estados de Europa del Este, el Grupo de Visegrad, y por ende de la República Checa.
La ministra de Defensa checa, Jana Černochová, aseguró que no hay nada que temer, que su cartera y otras entidades del país no disponen señales de que exista un inminente peligro contra Chequia.
“Todo lo que debe estar en alerta en la República Checa, ya se encuentra en estado de alerta. Los checos pueden estar tranquilos, están protegidos y quiero agradecer que guardan la calma y que son fantásticos a la hora de ayudar a Ucrania”.
No obstante, la mencionada encuesta indica que un 64% de los consultados considera que Rusia podría atacar a un país que no sea Ucrania. Predominan aquí las mujeres, así como las personas mayores de 44 años.
La encuesta mostró que la gran mayoría de las personas en la República Checa condenan la invasión rusa de Ucrania. El 89% de los encuestados está totalmente en desacuerdo con la agresión militar rusa. Mientras que el 97% estima que Chequia debería aceptar en su territorio a refugiados ucranianos y el 71% asegura que el conflicto representa un peligro para la humanidad.
La encuesta fue realizada utilizando el método CATI de entrevista telefónica asistida sobre una muestra representativa de 808 personas mayores de 18 años. Los investigadores recogieron datos durante los dos primeros días de la invasión, es decir, el jueves 24 y el viernes 25 de febrero.